Entre el ir y venir de los delegados o los diálogos improvisados en los pasillos, tras una u otra exposición. Así, en medio de ese ajetreo, empezó ayer la XVI Conferencia Mundial de Cambio Climático en Cancún, México.
Los pasillos del exclusivo hotel Moon Palace, del balneario caribeño de México, se volvieron una verdadera torre de Babel. Aunque predomina el inglés en las conferencias y negociaciones, las conversaciones fluyen en español, mandarín, ruso, portugués, árabe, etc. Incluso la líder Simona Gómez López, indígena de la zona alta de Chiapas (sur de México), ayer en la sesión inicial empezó el discurso en su lengua nativa tzeltal. Pero el lenguaje de todos apuntan hacia un solo reto: avanzar en las negociaciones para adelantar posibles acuerdos que permitan afrontar los severos efectos del cambio climático.
Por eso el presidente mexicano Felipe Calderón, durante su intervención de 23 minutos, instó a los participantes a pensar no solo en los intereses de cada gobierno sino del planeta entero.
Calderón, quien llegó acompañado de su esposa y presidió la sesión junto con autoridades ambientales y expertos, fue enfático en la necesidad de llegar a acuerdos reales. El auditorio, copado por más de 1 000 delegados de 194 países, siguió con expectativa la intervención del Presidente.
El Primer Mandatario mexicano reiteró sobre los impactos del cambio climático, en especial para los países pobres y en desarrollo. Exhortó a los negociadores a que “recordemos que somos responsables de lo que ocurra a todos los seres humanos. Pensemos en los niños, en los que vienen, en que el cambio climático no distingue ni color ni fronteras”. Resaltó que la clave está en cerrar dos brechas: la pobreza y encontrar la ruta verde que permita afrontar los efectos del fenómeno. Llamó a dejar de lado el “falso dilema” de que la conservación implica un freno para el desarrollo económico. Insistió en que es perfectamente posible reducir los gases de efecto invernadero y encontrar nuevas formas de productividad y fuentes de empleo.
Tras la sesión inaugural se iniciaron las 13 reuniones de negociaciones, como la de los países africanos, de los 77 más China (a este pertenece Ecuador), la Alianza de los pequeños países isleños, entre otros. Los mandos medios de cada país tratarán de pulir potenciales acuerdos, en especial, sobre qué acciones se debe asumir para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Los expertos insisten en la necesidad de reducir un 50% con relación a los índices producidos en 1990, pero las ofertas de compromiso aún promedian 25%.
En medio de la expectativa y de cierto pesimismo, Cancún es el escenario del debate del futuro climático del planeta.