En Quito se producen 2000 toneladas de basura cada día. Foto: Archivo EL COMERCIO
El objetivo es evitar que ciertos elementos peligrosos vayan a parar al tacho de la basura común y terminen en el relleno sanitario del Inga.
A las 10:00 de este 8 de marzo del 2017, se lanzará el proyecto ‘Quito a Reciclar residuos especiales y peligrosos’ que busca disponer de una manera adecuada cinco tipos de desechos comunes pero peligrosos que se generan en el hogar.
Se trata de focos fluorescentes y ahorradores, latas de lacas y pinturas, medicamentos caducados, electrodomésticos, y pilas o baterías de mercurio.
Santiago Andrade, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos, Emgirs, explica que el proyecto consiste en instalar contenedores en puntos estratégicos del Distrito Metropolitano de Quito para poder clasificar esos desechos.
En Quito se producen 2000 toneladas de basura cada día. De ellas, el 1,185% corresponden a desechos especiales y peligrosos, Es decir, unas 23 toneladas. El proyecto calcula de ellas se puden recuperar 1.13 toneladas diarias de focos, pilas, lacas….
Al momento, esos desperdicios son depositados en la basura común, lo que genera un fuerte impacto en el ambiente, sobre todo si se toma en cuenta que una sola pila puede contaminar 600 mil litros de agua, por ejemplo. Además, las lacas y pinturas contienen cadmio, cromo, plomo, bromo y otros elementos pesados.
Andrade explica que el programa está enfocado específicamente a los domicilios, no a los comercios ni fábricas. Las empresas deben regirse bajo la Ordenanza 332 que los obliga a contratar gestores autorizados para tratar ese tipo de residuos.
Se trata de un trabajo que se realiza en conjunto entre Emaseo, Emgirs, y la Secretaría de Ambiente.
Dentro del proyecto, las tres entidades se encargar en de distintas actividades. La primera se hará cargo de la recolección de los implementos, mientras que la segunda del acopio, tratamiento y disposición final.
Esos elementos no deben ser enterrados ni incinerados, sino tratados de manera técnica.
El Municipio instalará 20 contenedores con receptáculos especiales para cada residuo. Cada uno de los contenedores tiene capacidad para recolectar 5 metros cúbicos de material.
Estos rotarán por administraciones zonales, Casas Somos, centros comerciales y en general por sitios de afluencia en toda la ciudad. Simultáneamente se llevará a cabo una campaña de socialización para que la gente conozca la dinámica.