La calvicie no se cura solo con lociones

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Alberto Escobar tiene 23 años y recuerda que desde los 19 comenzó a perder su cabello.

Desde los 16 años, el joven universitario dejó crecer su negra cabellera hasta la altura de los hombros. Pero cuando ingresó a segundo semestre de Derecho notó que algunas partes de su cuero cabelludo empezaron a quedarse sin cabello. “Cuando me bañaba se me caían mechones y al peinarme era igual”.Al respecto el médico Ronald Sánchez afirma que la caída del cabello es una enfermedad denominada alopecia. Además, es causada por factores genéticos, estrés, envejecimiento y por los desbalances en los niveles hormonales. “Este se ha convertido en un problema que afecta tanto a los hombres como a las mujeres”.

Según www.msd.com.mx, un hombre puede heredar la enfermedad de la familia paterna o de la materna. Entre los primeros síntomas de la calvicie hereditaria o androgénica está que el cabello comienza a perder grosor; eso ocurre, aproximadamente, a los 30 años de edad del paciente.

En la página www.saludymedicinas.com.mx se advierte que en la almohada y en el cepillo queda adherida considerable cantidad de cabello. Los primeros indicios suelen aparecen en la coronilla o en las zonas laterales de la frente; de allí se extiende hacia la parte superior de la cabeza.

Silvia Benítez, médica dermatóloga, afirma que si la glándula tiroides no tiene un funcionamiento normal puede causar la caída de cabello. Para evitar la pérdida del cabello es necesario realizar un tratamiento para la tiroides de manera oportuna. “Primero se debe saber qué está causando la pérdida de cabello para iniciar los tratamientos”.

La dermatóloga explica que el ciclo normal del crecimiento dura hasta dos años. Cada cabello crece al menos un centímetro cada mes. “En tres o cuatro meses cientos de hebras de cabello se caen y en su lugar comienza a crecer cabello nuevo”.

María Paz González empezó a perder el cabello luego de su último embarazo. Cuado su bebé cumplió los tres meses comenzó a notar que sus hebras capilares no se restituían. “El ginecólogo me dijo que esto era normal por los problemas hormonales. Me recomendó una dieta con base a verduras, frutas y legumbres”.

Pero el diagnóstico para Escobar fue distinto. Él tiene alopecia androgenética.

Sánchez dice que este tipo de calvicie se presenta de diferentes maneras: entradas pequeñas, calvicies focalizadas o la alopecia total, aquella que deja una corona de cabello desde la sien hasta la nuca. “Se manifiestan desde los 18 años, pero es más frecuente a partir de los 25 y va en aumento con la edad”.

Escobar recuerda que probó con algunas técnicas: primero se cortó el cabello y también utilizó champús especiales, combinaciones de frutas y lociones. Pero nada dio resultado.

Benítez y Sánchez afirman que los tratamientos son efectivos, cuando son adecuados y recetados por profesionales. “Las lociones por sí solas no van a evitar la caída, estas deben ir acompañadas de un champú. Por si solo no se puede combatir una alopecia androgenética, por ejemplo”, dice Sánchez.

Entre las alternativas quirúrgicas están los injertos de cuero cabelludo: es un técnica en la que se extrae cabello de la zona donante (la occipital) y se implanta en la zona receptora. En cada intervención se pueden implantar de 2 500 a 3 000 folículos.

Otra posibilidad es la de colgajos de cuero cabelludo: su resultado es más rápido, aunque técnicamente son más difíciles.

Benítez refiere que es necesario evaluar si el problema es por la grasa, caspa, genes, hormonas o estrés. A partir del diagnóstico, el médico determinará qué hacer para disminuir la caída o conseguir un pelo más fuerte.

Ahora Escobar se rapó y ha aprendido a convivir con su nueva imagen. Dice que al principio es difícil aceptar la pérdida de cabello. “Me deprimí, pero con el tiempo uno tiene que afrontar el problema y cambiar de ‘look’. Ahora me siento renovado”.

Los tratamientos para evitar complicaciones

El primer tratamiento que se debe considerar es el recomendado por un médico. Pero hay métodos complementarios que pueden ayudar.

Uno de ellos es frotar el cabello con aloe vera, por lo menos una vez al día, o con aceite de hígado de pescado, una vez por semana.Se recomienda hacer estas aplicaciones en la noche y lavarse la cabeza en la mañana siguiente.

La alimentación también influye sobre la pérdida de cabello. Por ello se recomienda consumir productos como el polen, la levadura de cerveza, los germinados de alfalfa, remolacha, ortiga, lentejas, hortalizas y frutas.

Los peinados pueden influir en la caída. Mantener mucho tiempo estirado el cabello puede ser una causa para el debilitamiento del cuero cabelludo. Se debe evitar que el secador se acerque demasiado al mismo.

El paciente debe consumir vitamina A y complejo B que se encuentran en los cereales yen las legumbres verdes, el germen de trigo y suplementos vitamínicos diarios.

Hay que masajear el cuero cabelludo, frotarlo frecuentemente con los dedos (no con las uñas). Eso activará las glándulas sebáceas, energizará la circulación de la sangre en la zona afectada y así favorecerá el crecimiento del cabello.

Las infecciones en piel , en especial del cuero cabelludo, deben atenderse enseguida para evitar la pérdida de cabello.

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