Dos urbanizaciones, con nombres de las 7 comunas tsa’chilas. Foto: Carlos Pérez para EL COMERCIO.
Las calles de cuatro sectores de Santo Domingo tienen una nomenclatura en tsa’fiki, el idioma de los tsa’chilas.
Alrededor de 20 calles de la urbanización Los Laureles, Bahía Colorada, Los Laureles II, El Centenario y La Virgen del Cisne llevan los nombres de las siete comunas tsa’chilas, de árboles milenarios o de personajes representativos de la nacionalidad.
La primera calle en utilizar un nombre de la etnia fue la avenida Tsa’chila, donde funciona la Gobernación de este pueblo indígena.
Luego se utilizó el nombre del último gobernador vitalicio Abraham Calazacón, para nombrar a la primera fase del anillo vial de la zona urbana, inaugurado en julio del 2005.
Tres años después se inauguró la segunda fase y se la nombró Tsa’fiki.
María Elena Valdivieso, propietaria de un salón de belleza en esa avenida, señaló que en el 2008 era difícil pronunciar o escribir el nombre. Por eso hasta ahora hay personas que la conocen solamente como el segundo anillo vial. “Ahora ya sabemos pronunciarlo y sabemos que se refiere al nombre del idioma tsa’chila”.
Para esa época también se colocó la nomenclatura de la urbanización El Centenario. Ahí se optó por nombrar a las comunas tsa’chilas y a líderes como Domingo Zaracay.
Otra calle es la Yumbos: se llama así, ya que se cree que los tsáchilas son descendientes de este grupo indígena.
María Andrade arrienda una vivienda en esa calle desde hace 10 años. Pero señala que no le había prestado atención a la nomenclatura ni a su significado. “Tal vez si fuera un nombre difícil de pronunciar sí me causaría interés en saber qué significa”, señaló.
En el caso del sector la Virgen del Cisne y la Mujer Trabajadora, también se colocaron los nombres de las comunas ancestrales tsa’chilas.
Martha Quiroz vive en la calle Los Naranjos. Ella señala que hace unos cinco años ese sector no tenía nombres y que las personas debían dar las direcciones, de acuerdo con los colores de las casas. “Era como darles un croquis. Ahora ya están registradas las calles hasta en Google Map”.
Quiroz reconoce que pese a que en un barrio la mayoría de las calles está relacionada con los tsa’chilas, es muy poco lo que se conoce de la etnia.
Ella afirma que los ha visto en los pregones y en las ferias por las fiestas del cantón y de la provincia. “Son nuestra identidad y sin embargo no nos preocupamos por conocerlos”.
Karla Alcívar, moradora de la calle Otongo Mapalí, afirma que -por trabajos de la universidad y por turismo- sí conoce dos comunas tsa’chilas.
Ella ha participado de la fiesta Kasama, que se realiza en Semana Santa. “Al conocerlos cambia totalmente la perspectiva de quiénes son y del porqué de sus tradiciones”.
Otra de las urbanizaciones que tiene calles con nomenclatura tsa’chila es Los Laureles Bahía Colorada.
En esta urbanización, de dos manzanas hay seis calles con los nombres: La’ke, Alochi, Lansa Pele, Donkilá, Owe y Shuyun.
La nomenclatura se instaló a finales del 2017. Sin embargo, los moradores señalan que faltó difusión para aprender a pronunciar esas palabras.
Edith Fierro, propietaria de una vidriería en la calle Lansa Pele, señala que para los vecinos ha sido difícil recordar los nombres de las calles y que los proveedores escriben mal las direcciones.
Por eso, ellos han optado por seguir utilizando la nomenclatura anterior que estaba basada en números y letras.
Según el Municipio de Santo Domingo, desde hace más de cuatro años se empezó con un proceso de actualización de las nomenclaturas. Ahí se colocó nombres a más de 100 calles en las urbanizaciones nuevas o predios legalizados.
La activista por los derechos humanos, Diana Luzuriaga, hizo una crítica sobre los nombres de las calles y avenidas a través de un video que se viralizó en las redes sociales.
Ella asegura que la nomenclatura debe ser un instrumento que ayude a crear identidad en los santodomingueños. Pero que en la ciudad, las calles tienen nombres de planetas, países, ciudades o ríos, que no representan a la historia del cantón ni a su gente.
Ella, junto a un colectivo, presentará un proyecto para reformar y socializar los nombres. “En el caso de las palabras en tsa’fiki hubiera sido un avance si la ciudadanía supiera el significado y conociera más sobre la nacionalidad”.
Para el exgobernador tsa’chila, Flavio Calazacón, estos nombres son un comienzo para visibilizar a la etnia. Pero que dentro de las comunas tsa’chilas no saben que hay calles en tsa’fiki. “Nos hubiera gustado ayudar a traducir”.