En las oficinas del fondo de censatía, en Quito, no hace falta dar turnos, por la poca cantidad de gente que hay. Foto: Andrés Jaramillo / EL COMERCIO.
La publicidad está en las radios y en los espacios de televisión ordenados por el oficialismo. Trata de posicionar la idea de que el cambio del Fondo del Magisterio -de la antigua administración privada al Banco del IESS- fue positivo.
Se busca que el maestro perciba una mejora en el servicio y no abandone el fondo, como intentó hacerlo Gloria Jurado. Ella es vicerrectora en una unidad educativa del norte de Quito. El 20 de mayo envió una solicitud para que se le devuelva sus aportaciones (USD 906).
Le contestaron que, de acuerdo a los estatutos internos del Fondo, solo procede ese pedido cuando el propietario de la cuenta se jubila, renuncia de su trabajo o fallece. Le urgía el dinero para realizarse chequeos médicos.
El gerente del Banco del IESS, Patricio Chanabá, explica que es un asunto normativo. La resolución SBS-2013-504 de la Superintendencia de Bancos y Seguros del Ecuador establece las condiciones para el retiro de los recursos de estos fondos.
Esto para garantizar la supervivencia del fondo, pues si hay una salida masiva del dinero no se podría sostener las operaciones.
Quien sí pudo retirar sus fondos fue Germán Herrera. Él era el odontólogo de la escuela Velasco Ibarra, en el sur de Quito. Recibió una notificación anunciando su traspaso de puesto laboral del Ministerio de Educación al de Salud. Como se trata de un cambio de patrono, pudo retirar sus fondos.
Chanabá cree que ahora no hay motivos para sacar el acumulado de aportaciones de los maestros porque se ha logrado mejoras en los últimos tres meses. Por ejemplo – dijo- bajar el porcentaje de mora en la cartera de crédito del 30% al 21%. Se recuperó una inversión de USD 3 millones que habría hecho, en un grupo empresarial, la anterior administración sin el suficiente análisis técnico.
Se bajó la prima por seguro de desgravamen que se debe pagar al contratar un crédito. De 0,45×1000 a 0,19×1000 anual. Y la tasa de interés pasó del 12% al 11% “en los créditos donde se está refinanciando la cartera”.
El BIESS activó un centro de llamadas para contactar a los maestros, visitarlos y entregarles impresos publicitarios.
Chanabá dice que se detectaron irregularidades en los manejos administrativos anteriores, que incluso podrían tener responsabilidades legales.
Un caso es el de la gestión de los proyectos inmobiliarios. Según el BIESS los precios de venta de las casas eran inferiores a lo que costaron o no se comercializaron las casas porque no se concretaron los trámites de propiedad horizontal, entre otras observaciones.
Sobre cómo el BIESS hará para resolver los problemas en estos proyectos si también en el pasado ha registrado problemas con sus inversiones inmobiliarias, Chanabá respondió: “El fondo tiene su propia administración. En el área de proyectos inmobiliarios hay gente nueva trabajando en ello”, señaló al recalcar que lleva cinco meses al frente del Biess.
¿Por qué estos problemas no se detectaron antes? El gerente del BIESS recalcó que esto no es su competencia y que el organismo de control es la Superintendencias Bancos y Seguros. Este Diario buscó su versión el viernes pasado 7 de agosto. Ahí se señaló que en los próximos días se contestará el pedido.
Marlon Tenecela, de la administración del fondo pasado, dice que siempre han estado bajo el control de la Súper y que esa es la evidencia de que su gestión se hizo conforme a la Ley. Es falso -agrega- el porcentaje de mora en la cartera de crédito que señala el BIESS, porque cuando los maestros entregaron los fondos “era del 9%”. “Si ahora está en el 21% es porque se despidió a las personas que se encargaban de cobrar y conseguir más aportantes”.
Según el BIESS ahora hay 124 000 aportantes. En marzo pasado, la Súper de Bancos registró 141 590. Chanabá reconoció que se ha desvinculado a 81 empleados. Pero que fue un proceso que devino del cambio de administrador del fondo porque cesaron los órganos de representación y administración.
“También hemos hecho una evaluación y se ha visto la necesidad de desvincular a más de personal”. Los trabajadores despedidos han interpuesto una acción de protección y calculan que su salida le pasará factura a las finanzas del fondo, por indemnizaciones.
Sobre los proyectos inmobiliarios, en cambio, Tenecela aclara que se han dado problemas como en cualquier proyecto de ese tipo, pero que se han solventado con los propietarios. “Los maestros han construido 8 000 casas en el país”.