Problemas cardíacos y daños al hígado y a los riñones son las principales consecuencias del consumo de los quemadores de grasa. Esos productos se comercializan libremente -en pastillas o en gotas- a través de las diferentes redes sociales. Hay entrenadores que los recomiendan.
La gente los consume para, supuestamente, quemar la grasa que se acumula en la zona abdominal y en la cadera. Lo que desconocen, apunta el deportólogo Celio Romero, es que no existe ningún alimento o pastilla que queme grasa, menos la localizada.
Esos quemadores funcionan de la siguiente manera: aceleran el metabolismo de las grasas, pero durante las activaciones. Es decir, es necesario salir del sedentarismo. Pero eso mismo se puede lograr con solo la práctica de ejercicio aeróbico (cardiovascular).
Romero explica que una persona que consume esos productos empieza a quemar grasa a partir del minuto 32-34, mientras que una persona que opta por el trote, por ejemplo, lo hace a partir del minuto 38-42.
La ventaja es que el ejercicio cardiovascular es un aliado del estilo de vida saludable; en lugar de destruir, aporta a la salud del corazón y de los pulmones. También brinda resistencia física y mejora la coordinación.
Esos quemadores de grasa se venden sin receta médica. Y esa es la mayor preocupación de Gabriela Caicedo, nutricionista y docente de la Universidad Tecnológica (UTE), pues pueden caer en manos de menores de edad o de personas hipertensas.
Antes de recetarlos -en casos puntuales y estrictamente necesarios- los médicos sugieren exámenes para descartar enfermedades cardíacas. El electrocardiograma es básico. Los toman los deportistas de élite después de superar una lesión o durante una pretemporada.
“Las consecuencias serán mucho más graves en niños”. El deportólogo Romero hace esa afirmación porque hay menores de edad con soplos al corazón; muchos de esos se cierran recién a los 14 o 15 años. Es importante resaltar que el corazón está creciendo hasta antes de los 12 años.
Es un peligro para las personas hipertensas o que han superado infartos, porque muchos de esos quemadores contienen sustancias acelerantes que alteran la frecuencia cardíaca y producen taquicardia.
Para evitar todas esas complicaciones, incluso la gastritis por tomarlos en ayunas, los expertos sugieren buscar una guía especializada, sobre todo si se busca bajar de peso de forma segura. Una persona puede lograr su talla ideal, menciona Caicedo, sin necesidad de recurrir a dietas restrictivas de moda o a fármacos. El problema, añade, es que la gente quiere resultados de un día para el otro, y el cambio de hábitos toma tiempo.
Antes de enviar un plan de alimentación, por ejemplo, los expertos solicitan exámenes e indagan sobre el medio en el que se desarrolla la persona, pues eso podría estar interfiriendo en su salud. “En ese proceso de bajar de peso, ahora influye incluso el tema mental. Analizamos varias cosas”. Por ese motivo, muchos nutricionistas se han aliado con psicólogos.
En caso de consumir productos quemadores de grasa, Andrés Bustamante, médico patólogo y experto en laboratorio, recomienda realizarse exámenes continuos para evaluar las funciones renal y hepática.
Recomendaciones
- Las personas que consumen estas sustancias presentan problemas para conciliar el sueño y permanecen con un nivel de alerta exacerbado.
- Los quemadores de grasa también contienen anfetaminas. Esas inhiben el apetito. Otra razón por la que las personas pierden peso rápidamente.
- El consumo frecuente y prolongado aumenta el riesgo de cuadros de ansiedad y, luego, de depresión. Visite a un médico antes de consumirlos.
- Un estilo de vida saludable se logra controlando las porciones de todos los macro y micronutrientes, según los requerimientos calóricos de cada persona.