El arte del dirty talk o hablar sucio es mucho más que decir palabras subidas de tono durante el sexo. Es -en realidad- una herramienta poderosa para aumentar la excitación, mejorar la comunicación y fortalecer la conexión en pareja. Pero ¿qué dice la ciencia sobre el tema para mejorar la sexualidad?
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El poder del lenguaje erótico y de ‘hablar sucio’ para la sexualidad
La ciencia respalda que el lenguaje erótico activa áreas del cerebro vinculadas al placer y la fantasía. Las palabras se convierten en un estímulo tan potente como el tacto o la vista. Se trata de la vinculación de ‘hablar sucio’ con la sexualidad.
Este tipo de comunicación íntima consiste en usar un lenguaje sugestivo y descriptivo para expresar deseos, fantasías y elogios, creando imágenes mentales que intensifican el deseo sexual.
No se trata simplemente de insultos o palabras malsonantes, sino de un juego verbal consensuado; puede ir desde frases suaves hasta expresiones más explícitas.
Eso sí -dice Gabriela Moreno– respetando los límites y gustos de ambos. “Si los involucrados están cómodos, el sexo fluye más divertido”.
Requisitos para iniciarse en el arte de hablar sucio
Para quienes quieran iniciarse en el dirty talk, practicantes recomiendan seguir algunos pasos básicos. Primero, dice Pablo Paredes, conversar con la pareja para acordar que ambos estén cómodos y establecer límites claros.
Luego, se puede empezar con mensajes de texto o sexting, lo que ayuda a perder la vergüenza y a practicar frases provocativas sin la presión del momento en persona.
Un buen inicio puede ser decir cosas sencillas como: “Me encanta cómo me besas”.
Cuando ambos se sientan más confiados, dice Gabriela, es posible incorporar frases más subidas de tono que describan lo que está pasando o lo que se desea hacer.
Para hablar sucio, adaptar el lenguaje
Es fundamental adaptar el lenguaje a las preferencias personales y no forzar nada que incomode, pues el dirty talk es una forma de comunicación que debe ser placentera para ambos.
Además, el dirty talk no solo aumenta la excitación, sino que también puede revitalizar la relación y mejorar la autoestima sexual. Según estudios, incorporar variedad en la vida sexual, incluyendo esta práctica, está asociado con mayor satisfacción y conexión emocional.
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