Los ejercicios isométricos se actualizaron y ahora forman parte de las diferentes rutinas de entrenamiento, sobre todo, de las diseñadas para ganar fuerza y volumen muscular.
Entre los movimientos más populares están las planchas y las sentadillas, pero hay ejercicios para activar todos los músculos del cuerpo.
Con el puente, trabajan los glúteos y femorales; mientras que las sentadillas estimulan al cuádriceps. También está el ‘curl’ de bíceps.
Nathalia Chamorro -máster en Educación Física de la Universidad UTE- explica que esos movimientos se los utiliza en terapias de rehabilitación y durante la primera fase de un programa de entrenamiento.
Añade que los músculos se contraen para generar fuerza sin un cambio en la longitud del músculo y sin movimiento articular; una sentadilla tradicional con la espalda pegada a la pared, por ejemplo.
Esos ejercicios son súper efectivos. Están libres de impacto y por eso son ideales para los más pequeños de la casa y para las personas de la tercera edad. A estas últimas se les permite sujetarse de algún lugar mientras desarrollan el movimiento. Aquí, lo más importante es que el ejercicio se cumpla con la técnica adecuada para evitar lesiones.
Entrenadores personales arman rutinas completas con solo ejercicios isométricos, o los integran al final de la jornada para intensificar el entrenamiento. Esos movimientos -explican- ofrecen la posibilidad de aislar un grupo muscular específico en cada uno de los encuentros.
Chamorro menciona que el objetivo es mantener la postura durante el mayor tiempo posible; desde los 20 segundos en adelante. Hay retos que invitan a los participantes a superar los dos y tres minutos. Las planchas isométricas fueron tendencia durante los primeros meses de pandemia.