En el pasado quedó el término mascota. Ahora, para referirnos a un gato o perro, por ejemplo, debemos utilizar animal de compañía. La palabra mascota se presta para muy malas interpretaciones.
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Pero, ¿qué es un animal de compañía?
De acuerdo con la Ordenanza Metropolitana No. 072-2024, un animal de compañía está en la categoría Animal de estima y para compañía.
“Animal domesticado que se mantiene con la finalidad de acompañar a su tenedor responsable. Los animales de estima y compañía no pueden ser utilizados para actividad lucrativa alguna”.
La Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales -en cambio- los define como “aquellos animales domesticados cuyas necesidades conductuales, emocionales, físicas y sociales pueden satisfacerse fácilmente como compañeros en el hogar”.
Y ¿qué es un animal doméstico?
En la Ordenanza Metropolitana se lee: “Animal que se encuentra bajo la supervisión, control directo y cuidado del ser humano, quien lo alimenta, convive y vela por su bienestar; se excluye de esta definición a los animales silvestres”.
Para brindarles bienestar a esos seres vivos maravillosos e inteligentes, la Ordenanza dicta tener exclusivamente un número adecuado de animales.
A ellos se les debe brindar un alojamiento adecuado, manteniéndolos en buenas condiciones físicas, psíquicas y fisiológicas, de acuerdo a las necesidades de su especie.
También: “Someter a los animales, de manera oportuna, a los tratamientos veterinarios preventivos y curativos que pudieran precisar a fin de evitar daño, dolor o sufrimiento innecesario”.
Otro punto esencial es la socialización; los animalitos deben interactuar con otros animales para generar una convivencia sana. La Ordenanza Metropolitana destaca 21 puntos en el apartado De las Obligaciones de los Sujetos Responsables.
El incumplimiento de cualquiera de esos puede incurrir en infracciones leves, graves y muy graves.
¿Por qué debemos evitar el término mascota?
La agrupación de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) considera ofensiva esta palabra y pidió no emplearla. “La forma en la que nos referimos a las cosas muestra cómo pensamos sobre ellas. Se necesita un ajuste en nuestro idioma para hablar de los animales de nuestros hogares”, afirmó Jennifer White, presidenta de la organización, durante una entrevista para Good Morning Britain.