Bienalsur introduce otras miradas alrededor del arte contemporáneo

La exposición ‘Maquinaciones’ pone en diálogo las colecciones de los museos Macro-Castagnino, de Argentina, y MAAC, de Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

La exposición ‘Maquinaciones’ pone en diálogo las colecciones de los museos Macro-Castagnino, de Argentina, y MAAC, de Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

La exposición ‘Maquinaciones’ pone en diálogo las colecciones de los museos Macro-Castagnino, de Argentina, y MAAC, de Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Son como portadas de tabloides sensacionalistas y el contenido atiende al escándalo o la burla. Las páginas giran en torno a la desacralización de la religión. En una de las portadas se lee como titular: ‘Seguir el ejemplo de María’, acompañada de una imagen de una pareja hindú teniendo sexo en cuclillas, en una de las posturas de las viejas estampas del Kamasutra. Al titular ‘La fe se basa en la roca de Pedro’ lo acompaña un grabado de inspiración bíblica de un apedreado; al título de ‘Hágase señor tu voluntad’, la litografía de unos diablos torturando a los condenados en el infierno; y al titular de ‘Gestos jubilares’, una foto antigua de la fachada de la Escuela de Mecánica de la Armada el centro clandestino de tortura y exterminio de la dictadura militar argentina.

La obra ‘L’Osservatore Romano’, del artista plástico argentino León Ferrari, 37 piezas en impresión digital sobre papel –42 centímetros por 29.7 cm- hace parte de la exposición ‘Maquinaciones, diálogos contemporáneos entre colecciones de museos’.

Guayaquil es una de las 32 ciudades del mundo que acogen una muestra de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur), en el caso local se trata de una puesta en tensión de la colección de la institución anfitriona, el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC) de Guayaquil, con la del museo Macro-Castagnino (Rosario, Argentina).

Un autorretrato del artista ecuatoriano Jorge Velarde (‘La muerte’, 1990) se exhibe junto a fotografías de cuerpo entero del artista argentino Gabriel Baggio, cubierto (oculto) con retazos de ropa, en una serie de fotos que emulan a la pintura hiperrealista. “El objetivo es poder incorporar otras miradas sobre el arte contemporáneo que no sea solo las que están siendo producidas estrictamente en este momento”, indica Diana Wechsler, directora artística de Bienalsur.

Son más de 40 obras puestas en diálogo, piezas en diversas técnicas, formatos y soportes, con gran presencia de pintura de caballete y fotografía, pero también con videoarte, instalación, ploteo adherido a las paredes, gráfica o carteles.

Entre las fotografías destacan también las obras de la argentina Mónica Van Asperen, las cuales exploran las tensiones entre cuerpos de parejas desnudas.

En la ‘Casa soñada III (2002)’, la estadounidense Tamara Stuby forma una instalación en el piso del museo usando pedazos de ropa usada, cortada y ordenada en bloques, en una inquietante arquitectura.

Las obras miran el pasado cercano del arte contemporáneo, con piezas elaboradas desde inicios de los años 60 a la actualidad. “Lo contemporáneo es la mirada, la posibilidad de atravesar un corpus de obra, con algunas hipótesis de trabajo y una idea de una imagen que todo el tiempo se está actualizando”, agrega Wechsler.

Suplementos digitales