El lunes 3 de octubre del 2016, el directorio de la Fundación Municipal Bienal de Cuenca sesionará y analizará el cambio de fecha de la XIII edición de la Bienal denominada ‘Impermanencia’. Estaba previsto que el encuentro internacional de arte se inaugure el 21 de octubre de 2016.
La propuesta de modificación de la fecha obedece a los procesos y trámites que debe cumplir el Municipio para liberar los USD 200 000 que entregó, el 18 de agosto del 2016, el Consejo Nacional de Cultura a través del Fondo Nacional de Cultura, bajo la modalidad de no reembolsable.
Otros trámites legales para el manejo de esos recursos económicos deben realizarse en el Servicio Nacional de Contratación Pública, y mientras no se cumplan con todos los requerimientos, el Municipio cuencano no puede hacer uso de esta asignación. La propuesta de extensión de plazo será de al menos un mes, según Cristóbal Zapata, director ejecutivo de la Bienal.
La XIII Edición se manejará con un presupuesto total de
USD 1 000 000, proveniente también del Municipio y fondos conseguidos con autogestión por la Bienal. En la actualidad tienen un déficit de USD 35 000 que se gestiona ante el Ministerio de Cultura y el mismo Municipio.
En la Fundación Municipal Bienal de Cuenca se dijo que únicamente se postergaría la inauguración, pero el proyecto no se paraliza sino que siguen los preparativos como los viajes de los artistas a esta ciudad, los talleres, conferencias magistrales, programas educativos…
En esta edición participarán 50 artistas nacionales y extranjeros, que presentarán sus obras en 20 sedes, como los museos de Arte Moderno, de la Medicina y Pumapungo, en la reconstruida Escuela Central, entre otros. También en espacios públicos como los parque de La Madre y Paraíso.
Entre marzo y septiembre del presente año han llegado más de 15 artistas a la capital azuaya a conocer la ciudad, los espacios donde se expondrán las muestras y levantar la información cartográfica-antropológica que permitan definir sus obras, asegura Zapata.
En la actualidad se desarrolla un programa educativo de vinculación con la sociedad. Se trata de un taller dirigido a profesionales de las ramas humanísticas (historia, filosofía, arte…) para formar curadores educativos que acompañarán a los espectadores en el diálogo y lectura de las obras en los espacios de exposición.