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Beca Eloy Alfaro para ir a universidad, con más beneficiarios

Milton Segura y María Eugenia Peñaherrera recibieron  becas por discapacidad. Foto: Roberto Peñafiel/EL COMERCIO

Milton Segura y María Eugenia Peñaherrera recibieron becas por discapacidad. Foto: Roberto Peñafiel/EL COMERCIO

Milton Segura y María Eugenia Peñaherrera recibieron becas por discapacidad. Foto: Roberto Peñafiel/EL COMERCIO

Un sueldo básico cada semestre cubrió las necesidades educativas de Milton Segura, de 23 años. Él obtuvo una beca Eloy Alfaro, que se otorga a jóvenes en situación de vulnerabilidad y grupos prioritarios. Además, desde este año, a víctimas de femicidio, violencia de género y migrantes.

El joven, oriundo de Ventanas, en Los Ríos, aplicó en el 2013 y fue seleccionado por su discapacidad. Tiene albinismo, trastorno que le hace sensible a la luz del sol.

Los beneficiarios reciben una ayuda económica, que hasta el 2016, fue de la mitad de un salario básico unificado. Es decir, USD 183. Pero para la convocatoria 2017, el monto aumentará a un salario básico unificado: USD 375 mensual, explicó Augusto Barrera, titular de la Secretaría de Educación Superior (Senescyt).

Para asignar la subvención se toma en cuenta a deportistas de alto rendimiento, héroes y heroínas, quienes sacan los mejores puntajes en el Ser Bachiller e integran el Grupo de Alto Rendimiento. Así como a beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano y alumnos de carreras de interés público.

Este año se suman a la lista los hijos de mujeres víctimas de femicidio y violencia, madres adolescentes, migrantes retornados, personas transgénero y madres solteras con niños con discapacidad.

“Se amplió el concepto de inclusión”, anotó Barrera. Así lo siente Segura, quien terminó la Licenciatura en Lengua y Literatura en la U. Central, en Quito. Recuerda, que con el dinero cubrió su estadía en la capital. Además, solventó sus gastos de alimentación y material para su carrera. Ganarse esa beca significó una ayuda para él y su familia.

Este año se otorgarán 3 750 becas Eloy Alfaro. Es un 75% más que el año pasado, en el que se entregaron 2 142, según cifras de la Senescyt.

Entre los beneficiarios del el año anterior estuvo María Eugenia Peñaherrera, oriunda de Pujilí (Cotopaxi). Ella apostó por Derecho en una institución privada. Buscó la beca porque tiene una discapacidad psicosocial.

El proceso demoró cuatro meses aproximadamente. El primer desembolso para sus estudios lo recibió hace un mes. Fueron USD 180, destinados a cubrir la colegiatura de la ‘U’.

Otros rubros como pago de comida, servicios básicos y vestimenta son cubiertos con su sueldo, ya que trabaja en una entidad pública.

Esta becaria destacó que las nuevas condiciones para acceder a una beca son importantes. Abren una ventana a la educación superior.

Incluso, es una ayuda para quienes vienen de otra provincia a la capital - como es su caso y el de Segura -. “Con la beca se abrieron más puertas para un futuro profesional que lo tenía truncado. Lo aprovecharé al máximo”, comentó la joven.

Otorgar la beca a transgéneros, transexuales e intersexuales es un paso en la lucha de la población Glbti. Así manifestó Diane Rodríguez, presidente de la Federación Ecuatoriana de Organizaciones de ese tipo. Para ella, lo importante es dar un seguimiento a la entrega de becas, para luego determinar cuántas se otorgaron a personas de esa condición.

La postulación a las ayudas arrancó el miércoles 9 de agosto y se extenderá hasta el 30 de noviembre. Para ello, los interesados deberán ingresar a la página web www.educacionsuperior.gob.ec y subir los requisitos que le solicitan.

Otro de los cambios que la Senescyt realizó es el incremento de medio salario básico adicional para las mujeres con vulnerabilidad socio­económica, que tengan a su cargo el cuidado y manutención de hijos menores o mayores de edad con discapacidad. Se suman personas con discapacidad grave o muy grave.

Entre las obligaciones de los becarios está presentar el certificado de aprobación de los semestres y entregar la documentación necesaria. Así lo hizo Segura, quien ya egresó de su carrera.
Luego de cuatro años de estudio, está listo para enfrentarse al mundo laboral. Esta semana armará su hoja de vida y buscará empleo.