B.B. King, el rey del blues, falleció en Las Vegas

Con dos de los premios Grammy que ganó B.B. King por su música. Foto: AFP

Con dos de los premios Grammy que ganó B.B. King por su música. Foto: AFP

El rey del blues B.B. King se presentó en el festical La Villete en París. Foto: AFP

En 2006 B.B. King anunció que decía adiós a los escenarios internacionales con su "Final Farewell Tour" por toda Europa. Pero en 2011 volvió a tocar en España. Todas esas despedidas fueron prematuras, hasta que este jueves, 14 de mayo,  la leyenda del blues falleció en Las Vegas a los 89 años como consecuencia de la diabetes contra la que luchaba desde hace tiempo.

"Mientras haya público que me quiera ver, subiré al escenario", afirmaba en sus conciertos. Así que físicamente débil pero con energía y humor, el rey del blues movió sus caderas y tocó hasta el otoño pasado, cuando la enfermedad le obligó a interrumpir su gira.

En compañía de "Lucille", su adorada guitarra, King tocaba y cantaba el blues exactamente como lo escuchaba en su niñez en el delta del Mississippi.

Solamente una cosa puede superar a "Lucille", admitió el ante su biógrafo: "Tener buen sexo con la mujer adecuada". Sus dos matrimonios fracasaron, sobre todo porque estaba siempre de viaje. Se dice que tuvo 15 hijos con 15 mujeres diferentes, ninguno de ellos fruto del matrimonio.

"Siempre tuve una buena relación con las madres de mis hijos, antes, durante y después", afirmó en una ocasión. Aunque el blues era su vida, a B.B. King no le gustaba ser valorado "únicamente" como artista de ese tipo de música, origen del jazz.

"Ser cantante de blues es como si se fuera negro dos veces a la vez", aseguró en su biografía ("B.B. King: Una vida con el blues"). Por eso observaba con admiración a colegas del jazz como Dizzy Gillespie, Miles Davis o Charlie Parker. "Si un chico toca blues... está en la secundaria. Cuando empieza a tocar jazz, es como ir a la universidad", opinaba.

"El blues es una música sencilla y yo soy un hombre sencillo".

El "rey del blues" nació un 16 de septiembre de 1925 como Riley B. King, hijo de trabajadores pobres de una plantación en Indianola, Mississippi. Su padre abandonó a la familia cuando él tenía cuatro aoñs y su madre murió cinco años después. Así que el pequeño King tuvo que ponerse a conducir un tractor para salir adelante.

Tras años de duro trabajo en el campo, transitó junto a su primera "Lucille" de un local a otro de los estados sureños por un puñado de dólares. A fines de los 40 llegó a Memphis, estado de Tennessee, donde consiguió trabajo como "Blues Boy" para un show en la radio. Y de "Blues Boy" quedó B.B., junto a su apellido King.

Su título de "rey del blues", al que contribuyó él mismo con un recopilatorio que llevaba ese nombre, quedó sin discusión desde que fuera galardonado con un Grammy a su trayectoria en 1987.

Con una lista de clásicos entre los que se incluyen "Sweet Little Angel" o "Why I Sing the Blues", ganó otros 15 premios Grammy, más que ningún otro artista de blues.

Con dos de los premios Grammy que ganó B.B. King por su música. Foto: AFP

El reconocimiento lo había logrado ya a fines de los 60, con su exitoso "The Thrill is Gone".

De un día para otro, todo el mundo quería escuchar sus blues. King fue invitado a tocar para la reina de Inglaterra y a una recepción en la Casa Blanca. El rey Carlos XVI Gustavo de Suecia le entregó el prestigioso Premio de Música Polar y en 2012 Barack Obama le invitó a su residencia junto con Mick Jagger y otros grandes del blues y el rock.

Sin B.B. King, tal vez nunca habría sido posible que el blues se despojara de su imagen de música para pobres de los guetos negros. Sin embargo, los tradicionalistas del blues rechazaron discos como "Riding With The King" (2000), con Eric Clapton, por su "inclinación al gusto promedio".

Pero al "rey del blues" no le molestaban esas críticas. Se envolvía en chales brillantes antes de subir al escenario, plenamente consciente de que ya no era un humilde trabajador del algodón.

"¿Por qué no puedo presentarme en óperas?", le preguntó alguna vez a un periodista. "Puedes ser feliz y rico y así y todo sentir mucho el blues". Llevó peor la creciente admiración de los jóvenes por el rock and roll en los años 50. Y también se sintió apartado cuando apareció el soul.

En las últimas décadas de su vida, le apenaba que la generación del hip hop no tuviese "frecuentemente interés en el verdadero blues". Peró él seguía teniendo muchos admiradores, como Eric Clapton y John Mayall. Incluso John Lennon declaró alguna vez que le gustaría tocar la guitarra como B.B. King.

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