Un smartphone o cualquier otro dispositivo móvil descargado podría ser usado como un artefacto explosivo. Foto: EL COMERCIO
Las autoridades en Estados Unidos anunciaron una nueva medida que obligará a pasajeros de determinados vuelos– procedentes del extranjero- a evitar llevar smartphones u otro tipo de dispositivos móviles con las baterías descargadas.
En este sentido, el debate generado se centra en torno al por qué un aparato electrónico con la batería descargada es más peligroso que uno con la carga completa.
La medida responde al hecho de que el Departamento de Seguridad de EE.UU. considera que un dispositivo con poca o nada de batería puede ser usado como una bomba y pasar desapercibido en los aeropuertos.
Siguiendo está línea de pensamiento existen dos opciones: si un usuario tiene la batería de su aparato ‘muerta’ esto puede ser indicio de que ésta fue sustituida por un explosivo plástico, del tipo C-4, o que fue modificado para funcionar como un explosivo.
Expertos consultados por el ABC de España explicaron que un dispositivo que ha sido alterado para funcionar como una bomba no se prendería, por lo que durante el examen en las terminales aéreas los oficiales pueden solicitar a los pasajeros el encendido del mismo.
Ante un funcionamiento nulo del aparato los oficiales tienen la facultad de solicitar que se quede en tierra por una posible ocultación de un artefacto explosivo.
Según la agencia DPA, Estados Unidos teme que grupos terroristas de Siria y Yemen esté trabajando para fabricar una nueva generación de artefactos explosivos difíciles de detectar.