98 bares escolares de Quito deben ser adjudicados

Uno de los bares del Colegio 24 de Mayo, en el norte de la capital. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Uno de los bares del Colegio 24 de Mayo, en el norte de la capital. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Uno de los bares del Colegio 24 de Mayo, en el norte de la capital. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

En septiembre, desde el próximo año lectivo, habrá nuevos sabores en los bares de los planteles de Quito. Micro­empresarios, adultos mayores, mujeres cabeza de hogar y personas con discapacidad atenderán en estos espacios, que prestan el servicio de alimentación a los estudiantes.

En los últimos dos años, el proceso de adjudicación de un bar tuvo cambios. El principal es el aparecimiento de los denominados catálogos dinámicos inclusivos, que son documentos en donde se detallan los requisitos para concursar por un espacio en un plantel. El proceso está a cargo del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).

El principal requisito es integrar una asociación o pequeña o mediana empresa (pyme) de la economía popular y solidaria. También pertenecer a un grupo vulnerable, por ejemplo, si tienen una discapacidad.

Ellos tienen prioridad y se quedarán por dos años consecutivos. Este es otro de los cambios. Antes el elegido permanecía indefinidamente.

En la capital hay 233 bares, que atienden a un promedio de 300 000 estudiantes diarios. No todos cuentan con una persona a cargo, ya que el proceso de selección aún está abierto.

De los 233 bares, 144 ya cuentan con un ganador y para los 98 restantes el proceso de selección sigue, explicó el sábado pasado Vania Preciado, coordinadora técnica de catalogación del Sercop.

Según la funcionaria, entre julio y agosto, período de vacaciones, se intensificará la selección de proveedores con el objetivo de que todos los bares cuenten, a septiembre, con un encargado para el expendio de comida saludable.

Mirella Rodríguez y Gabriela Falcón se harán cargo de bares de establecimientos de Quito. Es su primera experiencia en un punto de expendio.

Rodríguez, por ejemplo, invirtió USD 2 000 para la adecuación del local de la Escuela Roberto Cruz, ubicada en el sur de Quito. Ella compró vajilla, cocina industrial, licuadora y demás insumos para la apertura del bar en septiembre.

Una cifra superior utilizó Falcón para la adecuación de los tres sitios de venta de alimentos dispuestos en el Colegio 24 de Mayo, en el norte.

El monto fue de USD 14 000 para la compra de sillas, mesas, vitrinas, congeladoras, cocinas, etc. “Adecuamos todo para entregar productos saludables y a costos adecuados”.

Los precios de los productos están entre USD 0,25 y 1,25. Según los consultados, un estudiante promedio lleva USD 1,50, para la colación. El rubro que se mueve por concepto de ventas es de USD 100 millones anuales, detalló Preciado.

Cristopher Tipán, estudiante de primero de Bachillerato del 24 de Mayo, lleva a diario USD 1,50 para la colación. Su producto preferido es el arroz con pollo. El precio y el sabor se destacan en este plato. “Hay alimentos ricos y saludables”.

El próximo año escolar también atenderán personas con experiencia en la provisión de alimentos para estudiantes. Van por su segundo, tercero o más años de permanencia en una institución. Ese es el caso de Edwin Loor y María Suárez, en la Unidad Educativa María Angélica Idrobo, en El Condado, y del Colegio Rumiñahui, en el cantón Rumiñahui.

Loor trabaja junto a su esposa y 10 personas más, quienes lo apoyan en la preparación de alimentos. Ellos reciben a los alumnos en una cafetería, donde invirtieron USD 60 000 para la compra de insumos industriales. La cifra es alta, por lo que se opone a que tengan que dejar el negocio cada dos años. Cree que se debe tomar en cuenta el monto gastado.

Una visión similar tiene Suárez, quien utilizó USD 7 000 para levantar el bar. “Dos años son muy poco tiempo para recuperar la inversión”.

La renovación cada dos años puede no hacerse. Después de cumplir este tiempo, el concurso para adjudicar el bar se abre para nuevos aspirantes. El encargado actual puede quedarse. Incluso, el aspirante puede acceder a más de un bar.

Según el Ministerio de Educación, aquella persona natural o jurídica que tenga a su cargo hasta 49 trabajadores, puede hacerse cargo de dos bares. Lo mismo se aplica para las asociaciones de bares.

En contexto

En el Reglamento de Bares Escolares se exige que los alimentos sean saludables. Se deben vender productos procesados con semáforo verde y amarillo. Hay normas de manipulación de alimentos.

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