Un hombre mira una fotografía titulada ‘La línea del destino: Pablo Picasso en Vallauris, 1952’. durante la presentación de la exposición fotográfica ‘Picasso, la mirada del fotógrafo’, el 5 de junio de 2019 en el Museo Picasso de Barcelona. Foto: AFP
Un jersey de rayas marineras, escaso pelo canoso rodeando su calva y una mirada oscura y penetrante: la imagen es ya un emblema de Pablo Picasso, el maestro español que supo convertirse en un ícono para la fotografía.
Esta es una de las ideas que se desprende de la nueva exhibición de su museo en Barcelona (noreste de España), “Picasso, la mirada del fotógrafo”, un paseo por la vida del pintor a través de imágenes, algunas tomadas por él y otras con él como protagonista.
Destaca el retrato de 1952 del francés Robert Doisneau, “Las líneas de la mano: Pablo Picasso en Vallauris”, donde el artista aparece por primera vez con el jersey marinero detrás de una ventana, con sus palmas apoyadas en el cristal.
Forma parte de un reportaje del pintor ya instalado en el sur de Francia, donde pasaría los últimos años de su vida convertido en una celebridad, objetivo de las cámaras de prestigiosos fotógrafos como Brassaï, Robert Capa, Henri Cartier–Bresson o David Douglas Duncan.
“Picasso es fotogénico. Desde muy joven tiene esta consciencia y juega con esta imagen”, explicó Violeta Andrés, comisaria de esta exposición que se abrirá el viernes al público.
Un trabajador del museo da toques finales a la exposición fotográfica “Picasso, la mirada del fotógrafo” junto a una serie fotográfica que muestra a Pablo Picasso pintando cerámica en el estudio de cerámica Madoura en Vallauris, en los años 50. Foto: AFP
“Es de los primeros en entender el poder de la imagen, del hecho mediático (…) Y en vez de encerrarse y no dejar que nadie entre en su espacio, se deja ver pero siempre controla su imagen”, insistió.
Decenas de fotógrafos pasaron por su casa, retratándolo a él y a su taller, repleto de obras en aparente caos, pero pocos consiguieron captarlo a él “trabajando de verdad, en un gesto espontáneo”.
Con la excepción quizás de quien fuera su amante, la fotógrafa surrealista Dora Maar.
En una serie de retratos de 1937 en su estudio de París, ella pudo mostrar un Picasso abstraído de la cámara, concentrado en la elaboración de su gran obra, el ‘Guernica‘.
“Es de las pocas fotos en las que ha dejado ver realmente su intimidad de creador”, aseguró Andrés.
Un trabajador del museo le da los toques finales a la exposición fotográfica “Picasso, la mirada del fotógrafo” junto a una serie fotográfica que muestra a Pablo Picasso pintando cerámica en el estudio de cerámica Madoura en Vallauris, en los años 50. Foto: AFP
Además de los retratos, la muestra contiene también imágenes tomadas por el mismo artista, algunas artísticas y otras costumbristas, así como piezas nacidas de su colaboración con fotógrafos como la misma Maar o André Villers.