El Ballet Folclórico Ecuatoriano Quitus muestra su danza indígena y mestiza

El ballet Quitus presenta danzas rituales y festivas de comunidades de Imbabura. Foto: cortesía.

El ballet Quitus presenta danzas rituales y festivas de comunidades de Imbabura. Foto: cortesía.

El ballet Quitus presenta danzas rituales y festivas de comunidades de Imbabura. Foto: cortesía.

Cuatro agrupaciones dancísticas ponen en escena las vivencias y tradiciones de distintas épocas y regiones del país como parte del proyecto Danzantes de la Mitad del Mundo.

La Casa de la Cultura Ecuatoriana impulsa esta actividad cultural, en la que cada grupo se presenta de manera rotativa, cada miércoles, durante todo el año, en la sala Demetrio Aguilera Malta, en Quito.

El Ballet Folclórico Ecuatoriano Quitus es uno de los cuatro grupos que se alternan en el escenario capitalino, en el que presentará una recopilación de montajes coreográficos indígenas y mestizos.

Desde su creación, hace 24 años, la agrupación trabaja en el desarrollo de un proyecto denominado Patrimonios dancísticos y musicales del Ecuador. Edwin Caizapanta, director del ballet, explica que el objetivo es crear al menos 40 patrimonios, con unos 10 montajes coreográficos cada uno.
‘Tierra de la mitad’, ‘Cuando la tierra canta y baila’, ‘Danzas patrimoniales’ y ‘Danza en la diversidad’ son los cuatro patrimonios desarrollados hasta el momento.

El repertorio que será parte del espectáculo Danzantes en la Mitad del Mundo pertenece a dos de los patrimonios. Cada montaje, dice Caizapanta, proviene de un proceso de investigación, sustentada en documentación bibliográfica, fotografías, testimonios y observación, que dan paso a la reconstrucción de distintas tradiciones rituales y festivas.

En la presentación del próximo miércoles, el ballet Quitus plantea dos montajes.

Mishu es un conjunto de danzas mestizas que se popularizan durante la época republicana. El pasillo, tonada, aire típico, pasacalle, samba albazo, chilena (con influencia de la zamacueca peruana) son algunos de los 10 ritmos coreografiados en este montaje.

Cada coreografía es un viaje en el tiempo a través del vestuario y escenografía de época.

Para recuperar el baile del pasillo se recurrió a la asesoría de etnomusicólogos como Juan Mullo y el conocimiento heredado por personajes como Óscar Guerra ‘El Sarzocita’ o Gonzalo Benítez.

La segunda parte se denomina Quitus-Caranqui y reúne danzas ceremoniales y festivas que pertenecen a las épocas preincaica, inca y colonial.

En este segmento se interpretarán danzas ceremoniales como Saramama (Madre del maíz), que hace alusión a la divinidad femenina relacionada a labores agrícolas y los yumbos de Cumbas es una danza heliolátrica, de culto al sol.

Las danzas festivas están representadas en el Paucar-Huatay, que marca el fin del año solar, con el que culmina el ciclo agrícola para iniciar otro.

Este recorrido a través de los ritmos y bailes indígenas y mestizos del país, contará con la participación de 21 artistas en escena, entre músicos y bailarines.

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