Los cetáceos se acercan a las costas de Esmeraldas para aparearse desde junio y se quedan hasta septiembre. Foto: EL COMERCIO.
Los operadores turísticos que impulsan recorridos para ver de cerca a las ballenas jorobadas, en los balnearios de Súa y Atacames, están listos para recibir a decenas de turistas. Se espera que lleguen a las costas de Esmeraldas por el inicio de la temporada de vacaciones para los habitantes de la región andina.
El pasado sábado 20 de junio del 2015 se realizó el lanzamiento de la temporada playera Súa 2015, con el avistamiento de las ballenas jorobadas como el principal atractivo para los viajeros. Animales que pueden ser vistos a dos millas náuticas de las costas de Atacames.
Los cetáceos se acercan para aparearse desde junio y se quedan hasta septiembre. En ese mes migrarán en busca de otras aguas para el crecimiento de sus crías.
Para este año, las dos operadoras calificadas por la Unidad de Gestión y Promoción Turística de Esmeraldas cuentan con 14 lanchas equipadas con botiquín de primeros auxilios, chalecos salvavidas, celulares, GPS y un mecánico. Esto como medida de prevención ante posibles fallas técnicas durante el avistamiento, que puedan poner en riesgo la vida de los turistas.
Los representantes de la Dirección Regional de Espacios Acuáticos (Dirnea), se encargan de verificar que los ocupantes cuenten con todos los requisitos para zarpar. En caso de emergencia, los marinos cuentan con una embarcación de navegación rápida.
La flota calificada para llevar a los turistas tiene capacidad para 10 personas, cada una, y el costo por ocupante es de USD 15. Carolina Guzmán, una de las turistas que viajó desde la región Sierra, concurre todos los años para ver a las ballenas. A más de las olas del mar, gusta de ver el juego de las ballenas previo a su apareamiento.
Los pequeños navíos de fibra de vidrio adaptaron cubiertas y protecciones laterales en cada embarcación, para cubrir del sol y dar mayor seguridad a los turistas.
Para observar a las ballenas jorobadas y escuchar su canto durante el cortejo del macho y la hembra, se estableció un horario específico: de 06:00 a 12:00. Después de esta hora está prohibido navegar para buscarlas. “Se hace en ese tiempo porque se aprovecha la tranquilidad de las olas. En la tarde los fuertes vientos agitan al mar y pueden provocar percances en los navíos”, explica Diana Ballesteros, de la unidad técnica de promoción del turismo de Esmeraldas.
La frecuencia para las salidas de las embarcaciones depende del número de turistas que esperen por un turno para salir desde la playa de Súa o Atacames.
Robinzon Mera, uno de los tripulantes de las embarcaciones, dice que durante la temporada ganan cerca de USD 200, por lancha. Un monto que puede aumentar si salen con la embarcación llena con el cupo permitido de pasajeros.
El viaje dura cerca de dos horas. Luego los turistas pueden conocer otros atractivos de Súa como los denominados ‘Peñón del Suicida’, ‘La cueva del amor’ u otros sitios rocosos donde se asientan algunas variedades de aves como garzas, pelícanos, piqueros de patas azules… El recorrido se puede complementar también con una visita rápida por los manglares del estuario del río Súa.
Según la directora de turismo del Municipio de Atacames, Gioconda Triviño, se mejora la atención a los turistas para que puedan disfrutar de la presencia de las ballenas. Actividad que se puede acompañar con la degustación de la variada gastronomía que se ofrece en Súa, Atacames y Tonsupa.