Desde que perdió la visión, a los 10 años, no volvió a ciclear por las calles de Quito. Una enfermedad degenerativa en sus córneas fue el impedimento. Ayer, 18 años después, Mauricio Suárez volvió a subirse a una bicicleta y pedalear un kilómetro entre el redondel de El Calzado y la Tribuna del Sur, en el sur de la capital. Lo hizo en una de las 50 bicicletas inclusivas que la Secretaría Técnica de Discapacidades donó al Municipio.
Álex Camacho, secretario técnico de Discapacidades, indicó que se trata de un plan piloto para la recreación de las personas con discapacidad. Las 50 bicis inclusivas fueron “fabricadas en el país y con mano de obra local”.
Camacho, quien también participó del paseo, dijo que estos vehículos estarán a disposición de la ciudadanía todos los domingos. Se distribuirán en las 8 administraciones zonales y dependiendo de la demanda que exista, se destinarán más al sector con una mayor población de este grupo vulnerable. En Pichincha hay 44 596 personas con discapacidad; de ellas, 26 778 viven en Quito.
Para la seguridad de Suárez, él manejó una bicicleta de dos asientos, con tracción paralela. Junto a él pedaleó un funcionario de la Misión Manuela Espejo. Camacho señaló que hay cuatro modelos: dos para personas con discapacidad visual; uno con anclaje para sillas de ruedas, para gente con discapacidad intelectual; y otro para quienes no cuentan al 100% con su capacidad física, como Mario Puruncajas, quien perdió una pierna en el 2008 en un accidente de tránsito.
Puruncajas y Suárez estuvieron acompañados por sus familias. Ambos aseguraron que el próximo domingo también ciclearán.