En el último año aumentó la demanda de oxígeno medicinal

Este gas es fundamental para el funcionamiento de todas las células del organismo. Foto: freepik

Este gas es fundamental para el funcionamiento de todas las células del organismo. Foto: freepik

Este gas es fundamental para el funcionamiento de todas las células del organismo. Foto: freepik

La demanda de oxígeno medicinal se incrementó en todo el mundo debido a la crisis provocada por el covid-19. En Ecuador, antes de la pandemia, Glomedical, por ejemplo, vendía entre 1 y 2 tanques de oxigeno de 1 m³ al día. Actualmente, comercializa hasta 15. Ayer estaba sin ‘stock’.

Oxisalud, en cambio, entregaba 1 200 cilindros al mes, solo en Quito. Con la emergencia sanitaria, la demanda mensual subió a 2 300 tanques.
Según los expertos, este gas -que está en el ambiente en una concentración del 21%- es el único que puede ayudar a controlar las afectaciones pulmonares de cualquier tipo.

Desde siempre el oxígeno ha sido considerado un medicamento, pero en abril de este año la Organización Mundial de la Salud lo incluyó en su lista de medicamentos esenciales y sugirió a los países aumentar su infraestructura para lograr más oxígeno medicinal y fortalecer los sistemas sanitarios.

Jesús Romero, profesor de la Universidad de las Américas (UDLA) y PhD en Química y Medicamentos, explica que la obtención de oxígeno medicinal se logra a través de procedimientos químicos que permiten transformar a este gas a su estado líquido y separarlo de otros componentes, como el nitrógeno o el argón. Este trabajo se realiza en plantas especializadas, a temperaturas que bordean los -86°C.

En Ecuador existen cuatro grandes empresas que se dedican a la fabricación de oxígeno medicinal: Swissgas, Linde, Indura y Enox. Las tres primeras tienen sus plantas principales en Guayaquil, y la otra en Quito; desde allí distribuyen el gas a escala nacional.

Una vez que el oxígeno se encuentra en estado líquido, es envasado en tanques que deben cumplir características específicas, como niveles de presión y de temperatura, de acuerdo con lo que establece la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) para alcanzar un nivel de pureza que llegue al 99%.

Romero considera que, pese a que en el país existen industrias especializadas en la producción de oxígeno medicinal, por la gravedad de la crisis sanitaria es necesario que se distribuyan mejor las líneas de producción de este medicamento, sin descuidar la fabricación de oxígeno industrial, indispensable en otras ramas como la minería y el petróleo.

Manuel Jibaja, docente de Medicina de la Universidad Internacional del Ecuador y Jefe de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo, dice que el oxígeno es indispensable para tratar la insuficiencia respiratoria aguda y crónica que producen el covid-19 y otras patologías pulmonares.

Este medicamento no puede ser reemplazado por otro, pues ayuda a que todas las células realicen su función normal dentro del organismo.
De hecho, si los niveles de oxígeno se mantienen bajos durante mucho tiempo, estas dejan de funcionar y pueden causar un fallo multiorgánico.

Jibaja señala que el 21% de concentración de oxígeno que tiene el ambiente es suficiente para que una persona, en condiciones sanas, alcance una saturación del 90%, que requiere el cuerpo para funcionar.

La OMS estima que alrededor de uno de cada cinco enfermos de covid-19 requiere oxígeno en concentraciones mayores y es necesario suministrárselas por diferentes vías, de acuerdo con la necesidad del paciente. Por ejemplo, cuando la insuficiencia no es grave se puede recibir a través de una cánula nasal, pero si requiere más de cinco litros se debe usar una máscara de oxígeno.

El docente explica que una persona puede recibir hasta 15 litros de oxígeno medicinal estándar, pero si requiere mayor cantidad se debe recurrir a bolsas de reservorio para ayudar a que la llegada de oxígeno al cuerpo sea mayor y alcance la saturación adecuada.

Para Romero, la producción de oxígeno medicinal en cilindros es un proceso muy costoso, por lo que la declaratoria de la Organización Mundial de la Salud busca abaratar costos y que los centros de salud tengan sus propios tanques ­criogénicos para la generación de este medicamento, a través de compresores de aire y tamices moleculares.

Ambos expertos recalcan que, aunque la producción es similar, el oxígeno industrial no reemplaza al medicinal y su uso puede causar infecciones por microorganismos.

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