Análisis en tercera dimensión de conexiones neuronales. Foto: Internet
Por primera vez, un grupo de investigadores estadounidenses creó un atlas holográfico del cerebro, como resultado de décadas de avances aislados.
Como señala un artículo publicado en la revista Scientific American, la información de docenas de fuentes es transformada en una visualización completamente tridimensional e interactiva.
Este trabajo es obra de un equipo de investigadores de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland, Ohio, Estados Unidos.
Sobre este tema, el neurólogo ecuatoriano Eduardo Arízaga recuerda que entre los años 1990 y 2000 se coordinaron esfuerzos de manera similar.
El resultado fue la denominada “década del cerebro”. Esta implicó avances excepcionales. De hecho, cuenta el especialista, el diagnóstico y tratamiento actuales del cerebro tuvieron origen en esa década. Hoy podría ocurrir lo mismo a partir del atlas holográfico desarrollado por estos científicos.
Frente a ello, Arízaga resume que hay tres avances importantes en la neurociencia.
Uno es poder ver en imágenes cómo funciona este órgano. Para eso existen actualmente: la resonancia magnética funcional, la tomografía por emisión de positrones y la tomografía por protón único.
Estos dispositivos permiten pintar de colores las regiones del cerebro que se activan y, al mismo tiempo, poder observarlas. El otro gran avance ha sido poder establecer los circuitos nerviosos. Ahora se sabe cómo viajan los estímulos nerviosos de un centro a otro.
Y el otro paso notable ha sido determinar qué neurotransmisores viajan en los axones.
Estos son prolongaciones de las neuronas, a través de los cuales circulan los impulsos nerviosos. Llevan neurotransmisores. En definitiva, son sustancias que, al llegar a su destino, son vertidas provocando respuestas.
Esta transmisión de información queda a la vista en tres dimensiones con la nueva tecnología holográfica.
Para el desarrollo de ella, los investigadores se centraron en la región subtalámica. Esta es la parte más profunda y de difícil acceso del cerebro.
La tecnología combina hardware avanzado de visualización, desarrollo de software y datos de neuroanatomía.
De igual manera, tiene una amplia gama de aplicaciones científicas, clínicas y educativas. Esto fue el resultado de la colaboración de neuroanatomistas y científicos de imágenes cerebrales.
Sus autores han logrado un modelo hiperrealista de una parte del cerebro en funcionamiento. Esta tecnología no es solo tridimensional, sino interactiva. Cameron McIntyre, investigador principal, afirma que “este es solo el primer paso y puede repetirse en todo el cerebro, no solo en la zona subtalámica”.
Para el desarrollo de esta tecnología, los investigadores se apoyaron en la plataforma de realidad mixta HoloLens de Microsoft, la cual combina realidad virtual y realidad aumentada.
En esos espacios pueden interactuar objetos y/o personas reales y virtuales.
El neurólogo Eduardo Arízaga considera “una maravilla de la ciencia” establecer, cada vez con mayor éxito, los circuitos nerviosos de la infinidad de actividades cerebrales.
“Ahora podemos investigar cada actividad cerebral al identificar estos circuitos nerviosos”, señala Arízaga. Además, dice que ya pueden ver cómo se acumula la proteína amiloide en la enfermedad de Alzheimer.
Gracias a las imágenes definidas se puede saber qué hacer. Se pueden buscar sustancias que detengan procesos confirma Arízaga.
Lo que viene es la búsqueda del conocimiento de todos los circuitos nerviosos y qué función tiene cada uno.