En los pasillos de la casa de salud, donde ayer renunciaron más de 80 especialistas, caminan pacientes, enfermeras, doctores y personal del Ministerio de Salud. El servicio no se ha suspendido en ningún área. En cada consultorio se recibe a las personas que tenían agendados los turnos para hoy.
Sin embargo, el ambiente de trabajo ha cambiado, señalaron médicos que prefieren el anonimato. Tienen miedo a posibles represalias, a pesar de que renunciaron.
Los doctores señalaron que la única reunión que mantuvieron con el gerente del Hospital fue ayer, al momento de presentar las cartas. Al momento no existe ninguna respuesta de parte del Ministerio de Salud.
Lo que recalcaron es que no pueden abandonar sus puestos de trabajo. En el caso de algunos que no acudieron hoy fue por vacaciones o permisos para asistir a cursos, indicaron.
La preocupación también está presente en los usuarios porque el hospital Pablo Arturo Suárez se quedaría casi sin especialistas (no se confirma el número de los que presentaron la renuncia). Existen posiciones divididas, algunos apoyan a los médicos mientras otros cuestionan su decisión.