Las anguilas eléctricas atacan fuera del agua

Un estudio logró demostrar lo que Alexander von Humboldt dijo hace 200 años respecto a los ataques de las anguilas eléctricas. Foto: Wikicommons.

Un estudio logró demostrar lo que Alexander von Humboldt dijo hace 200 años respecto a los ataques de las anguilas eléctricas. Foto: Wikicommons.

Un estudio logró demostrar lo que Alexander von Humboldt dijo hace 200 años respecto a los ataques de las anguilas eléctricas. Foto: Wikicommons.

Alexander von Humboldt tenía razón: las anguilas eléctricas (Electrophorus electricus) salen del agua y atacan con descargas de electricidad cuando se sienten amenazadas.

Según publica hoy 6 de junio de 2016 el investigador estadounidense Kenneth Catania en Proceedings, en la estación seca se defienden así contra atacantes cuando disminuye su espacio vital en pequeñas charcas.

El explorador alemán Alexander von Humboldt ya observó ese tipo de comportamiento hace 200 años, aunque otros científicos lo pusieron después en duda. Von Humboldt estudió a las anguilas eléctricas en marzo de 1800 durante una estancia en el Amazonas. Pidió a los pescadores que cazasen algunos ejemplares para analizarles y estos decidieron pescarlos en una charca con unos 30 caballos y mulos.

Poco después de que los cuadrúpedos entrasen en la charca, varias anguilas eléctricas salieron del agua, se apretaron contra los caballos y les dieron descargas eléctricas. Los caballos quedaron paralizados, permitiendo que las anguilas les atacasen de forma continua. Dos de los caballos se ahogaron y otros se derrumbaron.

Finalmente las anguilas acabaron tan agotadas que los pescadores pudieron atraparlas sin ser atacados. Desde entonces no se volvió a informar de un comportamiento similar por parte de esos peces, escribe Catania, de la Universidad Vanderbilt de Nashville.

Este investigador se percató del extraño comportamiento al trasladar anguilas con una red de un tanque a otro en el laboratorio. Los peces atacaron las redes, se revolviéndose hacía arriba contra el mango y lanzando continuamente descargas eléctricas. Tras ello, Catania realizó otras investigaciones y constató que los animales ignoraban los objetos no conductores (de electricidad) dentro del agua.

La red que había empleado tenía un delgado borde de metal, por lo que era un conductor, al igual que normalmente lo son los seres vivos, potenciales atacantes o presas de las anguilas.

Catania también determinó que el voltaje y la intensidad de la corriente aumentaban cuando las anguilas atacaban con rapidez a los objetos fuera del agua. Cuando los ejemplares lanzaban descargas eléctricas bajo el agua, la energía se distribuía entre esta. Pero si las anguilas salían del agua, dirigían la corriente directamente desde la barbilla hacia su objetivo.  Así, la corriente pasa por el cuerpo de sus víctimas hasta volver al agua y de ahí a la cola de la anguila, cerrando un circuito.

"Eso permite a las anguilas eléctricas suministrar descargas eléctricas de la máxima intensidad contra animales terrestres que entran en su territorio y cuyos cuerpos están parcialmente bajo el agua", afirma Catania.

El investigador también descubrió que las anguilas eléctricas atacaban sobre todo cuando el nivel del agua de los recipientes en los que se encontraban era bajo, posiblemente al sentirse amenazadas.

Las anguilas eléctricas son peces de río que pertenecen al orden de los Gymnotiformes que viven en aguas dulces fangosas y pobres en oxígeno en Sudamérica. Cuentan con un órgano eléctrico que tiene un polo positivo en la cabeza y uno negativo en la paste posterior de su cuerpo y que les permite emitir descargas de varios cientos de voltios. Así consiguen aturdir a sus presas, que normalmente suelen ser otros peces.

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