El corte sirena marcó tendencia en los vestidos de gala de las candidatas a Miss Ecuador 2016. Foto: Facebook / Miss Ecuador
El desfile en traje de gala estuvo marcado por la preferencia hacia los cortes sirena, las transparencias y los ‘tops‘ de hombro caído. Las tonalidades claras también fueron una tendencia entre las candidatas; el blanco, el beige y el champagne fueron algunos de los colores elegidos.
Connie Jiménez recibió su tercera distinción como Miss Elegancia. La candidata de Los Ríos vistió un diseño blanco, de hombro caído, apertura en la pierna y adornado con pedrería de Kein Piedrahita.
El corte sirena, ceñido hasta media pierna y cuenta con una falda amplia hasta el piso, destacó las figuras de Ivanna Abad, Cristina Vásquez, Bianka Fuentes, Ana Cristina Mick… Si bien esta silueta revela las curvas femeninas, puede también representar un peligro a la hora de caminar. María Cecilia Drouet tuvo dificultades debido a que su vestido era ceñido hasta la rodilla, limitando la movilidad al dar el paso.
Las transparencias agregaron sensualidad a los escotes, a la parte superior del vestido y también fueron usadas a lo largo de las piernas, como en el caso de Karen Vélez. La representante de Loja fue vestida por la diseñadora Silvia Zeas con un traje con un escote en V y una transparencia que dejó al descubierto la pierna izquierda.
Milkha Moreira también llevó transparencias, pero a lo largo de ambas piernas. Su vestido amarillo fue elaborado por Wendy Lituma.
Los escotes profundos fueron elegidos por Mick, que usó un diseño de Jonathan Tello, y María Fernanda Manzano, quien trabajó junto a Julia García. La diseñadora quiteña apostó por un vestido en líneas finas y soltura en las telas. Asimismo, Anabel López optó por la sobriedad para vestir a Yoselin Noroña.
Por otro lado, también hubo espacio para diseños más exuberantes. Karen Guerrero lució un vestido rojo de corte asimétrico y con corte en la cintura. La creación fue de Francisco Vanegas. Karla Morales usó un traje amarillo con una apertura en el abdomen que dejaba al descubierto su ombligo.
Francesca Cipriani entregó la corona con un vestido rojo ceñido hasta la cadera, desde donde nace un juego doble de vuelos sobre una falda amplia.