La hidratación es muy importante si se usa regularmente la mascarilla, pues ayuda a proteger la piel. Foto: Ingimage
El descuido de la piel se expresa con resequedad, dermatitis o acné. El uso de mascarillas y la alta radiación solar contribuyen al deterioro. Implementar una rutina de cuidado en el día y en la noche evitará los daños a largo plazo.
Según Berenice Benalcázar, técnica en estética integral, la rutina empieza con el aseo del rostro. Hay que elegir un producto según el tipo de piel.
María Augusta Vega, máster en Ciencia y Tecnología Cosmética, señala que no deben usarse jabones en barra, pues son muy fuertes para el rostro. Las presentaciones en gel y espuma son las más adecuadas.
Hay que secar el rostro con toquecitos, para no maltratarlo, y después tonificar. “El tónico regula el pH de la piel, hace que sea más receptiva a los productos que se usarán a continuación”, explica Benalcázar.
Después, aplicar un hidratante. Para las pieles seca y normal, se aconseja una presentación en crema. En las pieles mixta y grasa se recomiendan los productos en gel.
Vega indica que los aceites vegetales de toque seco son una opción hidratante para todo tipo de piel. Estos se absorben fácilmente, no dejan la piel grasosa y no tapan los poros. Quienes no se atreven a usarlos en el día, los pueden incluir en la rutina nocturna.
El rostro debe lavarse en la mañana y en la noche. Así se evita la acumulación de impurezas que tapa los poros. Foto: Ingimage
A partir de los 25 años pueden incluirse productos para el contorno de ojos y desde los 35 años puede adicionarse sérums con activos específicos para cada necesidad.
El siguiente paso es aplicar protector solar. “No hay pretexto para no usarlo”, asegura la dermatóloga Karla Hidalgo.
La especialista indica que debe usarse incluso en interiores, pues la radiación solar atraviesa las ventanas. Además, los dispositivos electrónicos emiten radiación.
También hay que usarlo en días oscuros. La radiación UBA, la que causa cáncer, llega a la superficie aunque el cielo esté cubierto por nubes, explica la dermatóloga.
Este producto debe reaplicarse cada tres horas en situaciones normales y cada 40 u 80 minutos en playas o piscinas.
Para evitar tocarse la cara, pues es una acción considerada peligrosa durante la pandemia, se puede optar por las presentaciones en ‘spray’. Sin embargo, es obligatorio lavarse las manos con agua y jabón siempre que se reapliquen cosméticos en la jornada diaria.
Aunque se use mascarilla, no hay que descuidar el uso de protector solar. Aplicar en áreas expuestas. Foto: Ingimage
Si la piel está un poco más sensible al sol, pues durante el confinamiento bajó sus defensas naturales, la protección solar tópica puede complementarse con fotoprotectores orales de venta libre, de acuerdo con Hidalgo. Aunque el uso de cremas solares junto a otras medidas de cuidado, como el uso de sombrillas y ropa de mangas y bastas largas, debería ser suficiente.
Para evitar la resequedad y otros daños que causa el uso diario y prolongado de tapabocas, Benalcázar recomienda aplicar agua termal. Este producto puede emplearse las veces que sean necesarias.
Vega aconseja reforzar la hidratación a mediodía en las zonas afectadas si la piel se muestra seca por el uso de mascarillas. Hay que usar productos que regulen el manto lipídico y la flora cutánea. No obstante, si la piel no se recupera o muestra síntomas de irritación, acuda a un especialista.
Los pasos que no pueden obviarse son el aseo, la hidratación y la protección solar. En la noche, la rutina es similar, aunque hay que empezar por desmaquillar y no se aplica fotoprotección.