Imagen referencial. El impacto de un cometa en la Tierra hace 12 800 años destruyó un asentamiento humano ubicado al norte de lo que hoy es Siria, concluyó un estudio estadounidense. Foto: Pixabay.
Hace 12 800 años, de acuerdo con una serie de estudios que fue difundida en el 2019, un cometa se estrelló contra la Tierra. Se impactó en la atmósfera y sus fragmentos se dispersaron por todo el mundo causando, entre otras cosas, el drástico enfriamiento del planeta, también llamado el Dryas Reciente, responsable de la extinción de la megafauna del Pleistoceno.
Pero ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara descubrió que uno de los fragmentos del cometa también afectaron a un asentamiento humano que se encontraba en el norte de lo que hoy es Siria.
La investigación, que fue publicada en la revista Nature el pasado 6 de marzo del 2020, dice que el impacto de los fragmentos del cometa en el asentamiento en el sitio arqueológico de Abu Hureya, causó que la temperatura bordee los 2 200 grados centígrados.
El geólogo James Kennett, uno de los autores de la investigación citado por el diario ABC de España, explica que “esas temperaturas tan altas derretirían por completo un automóvil en menos de un minuto. Tal intensidad solo podría haber sido el resultado de un fenómeno extremadamente violento, de alta energía y alta velocidad, algo como un impacto cósmico”.
Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de descubrir en Abu Hureya vidrio fundido. De acuerdo con el medio español, hace 12 000 años los humanos no eran capaces de conseguir las temperaturas requeridas para fundir este material.
Actualmente, Abu Hureya está bajo el agua, pues en la década del 70 en este sitio arqueológico se construyó la presa de Taqba en el río Eufrates. Los científicos lograron recolectar la evidencia arqueológica antes de que el lugar quede inundado.
Sin embargo, el sitio es el primer lugar en el que se han podido documentar los efectos del impacto de un cuerpo celeste sobre un asentamiento humano. Según Kennett, la aldea que existía allí “fue destruida de forma abrupta” y todo el asentamiento quedó cubierto con vidrio fundido.
Las muestras que los investigadores recolectaron fueron analizadas por los investigadores “para determinar su composición geoquímica, forma, estructura, temperatura de formación, características magnéticas y presencia de agua. Y los resultados muestran que se formaron a temperaturas superiores a los 2 200 grados junto a otros minerales como el cromo, el hierro, el níquel, el titanio o incluso el hierro fundido rico en platino”, dice el medio español.
Los científicos descartaron que un asteroide haya sido el responsable de acabar con el asentamiento humano y es que los impactos causados en la Tierra por cometas y asteroides son, según el científico, muy diferentes.
Según concluyó Kennett, “el impacto único de un gran asteroide no habría dado origen a materiales tan dispares como los encontrados en Abu Hureya. Proponemos que los grupos de grandes fragmentos de un cometa son capaces de causar miles de ráfagas de aire en un lapso de minutos en todo un hemisferio de la Tierra”.