Se ratificó el artículo 98 de la Ley Orgánica de Comunicación con 108 votos a favor en el Pleno de la Asamblea Nacional. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Con 108 votos a favor, en el pleno de la Asamblea Nacional, este jueves 14 de febrero del 2019, se ratificó el artículo 98 de la Ley Orgánica de Comunicación. Los miembros del gremio audiovisual aplaudieron públicamente esta decisión.
Jan Vandierendonck, director del Instituto de Cine y Creación Audiovisual ICCA, expresa que con la decisión de la Asamblea Nacional de ratificar el artículo 98 de la Ley Orgánica de Comunicación, se ha evitado que muchas empresas vinculadas al sector quiebren. “Los cineastas -dice- no pueden vivir de hacer cine únicamente necesitan una economía paralela de preferencia en el mismo ámbito. La protección de la publicidad en un mundo globalizado no es una cosa tan excesiva”.
A su criterio, el debate que se ha generado alrededor de este artículo, debería servir para que las autoridades vean lo que sucede en la industria audiovisual. “En Colombia, por ejemplo, desde hace muchos años hay una política de Gobierno de apoyo al sector”.
Vandierendonck agrega que, a pesar de que se mantenga este artículo, deben cambiar varias cosas en el sector audiovisual. Una de ellas es la realidad de las televisoras locales. “Desde mi visión la matriz económica de los canales de televisión no tiene futuro. Colombia exporta un valor de casi USD 3 mil millones en productos audiovisuales Ecuador ni un centavo”.
Otro de los aspectos que debería cambiar, según el director del ICCA, es el acceso a las salas de cine para ver películas en versión original. “Todo está doblado al español. Esto no ayuda a que llegue otro tipo de cine. En Cumbayá, donde supuestamente viven los intelectuales, sí se puede ver películas subtituladas”.
Las reacciones del sector audiovisual
“Es un día histórico y una conquista ciudadana”. Así califica Mariana Andrade, presidenta de la Corporación de Productores Audiovisuales del Ecuador (Copae), a la decisión de la Asamblea que ratificó el contenido del artículo 98, que prohíbe la importación de piezas publicitarias producidas fuera del país.
“La Asamblea ha actuado de manera responsable más allá de un interés político o partidista”, dice Mariana Andrade sobre una decisión con la que se protege “el desarrollo de una industria naciente”, así como el derecho al trabajo de cientos de profesionales y sus familias.
“No es solo haber ratificado un artículo que tiene que ver con la publicidad, sino haber posicionado al cine y al audiovisual con la importancia que deben tener”, asegura Daniel Andrade, de la Asociación Ecuatoriana de Técnicos Cinematográficos.
Para la productora y gestora cultural, el voto mayoritario en la Asamblea también respalda a un sector que con su trabajo “construye identidad y símbolos culturales de un país” y que además son “fundamentales en el desarrollo económico del país”.
Para Andrade, el proceso debe continuar y trasladar el debate al ámbito de otras normativas pendientes. Se refiere al reglamento a la Ley Orgánica de Cultura, que aún no ha sido aprobado por el Ejecutivo y la ejecución de beneficios establecidos en la Ley de Fomento Productivo.
Tras la decisión del Legislativo, Mariana Andrade asegura que está motivada y decidida a ampliar todos los beneficios que se encuentran en estas leyes a todo el sector cultural, que incluye el editorial, fonográfico, escénico, audiovisual y demás. Anunció que la próxima semana los representantes del sector tendrán una reunión con el Vicepresidente para dialogar sobre las necesidades del sector.
Otro de los objetivos, dice Daniel Andrade, es que la ratificación del artículo 98 tiene que extenderse a otro tipo de leyes complementarias e incentivos a largo plazo. Los representantes gremiales ya trabajan en un documento en el que constan otro tipo de necesidades que apunten al fortalecimiento del sector.
Daniel Andrade, dice que por ahora se levanta el estado de emergencia en el que se había autodeclarado el sector y explica que la ratificación del artículo 98 permitirá reactivar los proyectos que se habían estancado y otros que incluso ya se habían trasladado fuera del país.