La muestra de Miriam Carpio y la familia Machado rescata las costumbres y fiestas. Foto: EL COMERCIO.
Con la muestra denominada ‘Tejiendo Metales’, de la artesana cuencana Miriam Carpio y la familia Machado, se inauguró la Galería La Atenas, que funciona en el Portal Artesanal, en el centro de Cuenca.
Este espacio se creó para la exhibición de artesanías y obras de Azuay y el Austro. El nombre de La Atenas se escogió a través de un proceso de selección que se realizó en las redes sociales. Fue impulsado por la Empresa Municipal de Desarrollo Económico.
En ‘Tejiendo Metales’ se presentan más de 35 piezas elaboradas en cobre y aluminio. Carpio emplea las técnicas del punteado y repujado sobre aluminio reciclado para elaborar figuras de la Chola Cuencana, Diablo Huma, Danzante de Pujilí y otros personajes indígenas o vinculados con las celebraciones tradicionales de los pueblos del Ecuador.
También creó una colección de novias andinas de Saraguro, Cañar, Otavalo, entre otras. Hace 10 años, ella incursionó en este oficio. Es hábil para dibujar y dar forma al aluminio.
Para esta muestra elaboró 15 piezas del Danzante de Pujilí, el Diablo Huma, la Chola Cuencana con el traje de Mayorala, que luce este personaje en el tradicional Pase del Niño. Además, recreó el baile del Tucumán, los cucuruchos de Semana Santa y los danzantes de Saraguro, Cañar y Corpus Christi. Las llamativas figuras están paradas sobre bases de madera lacada.
El trabajo de elaboración empezó en febrero pasado, cuando fue invitada para participar en esta exposición. Según la artesana cuencana, su objetivo es difundir, a través de sus creaciones, la cultura y las tradiciones del Ecuador y, en especial, de las etnias indígenas. “Quiero que sean conocidas por los turistas extranjeros y que sean valoradas por los ecuatorianos”.
Para elaborar y pintar las diferentes vestimentas, Carpio investiga sobre cada una de las prendas y accesorios de estas etnias. Ella emplea libros, Internet y fotografía.
Su trabajo es minucioso. Por ejemplo, para crear el pantalón del Diablo Huma empleó la técnica del picado, que consiste en recortar con tijera unas tiras muy finas de aluminio y para armar el pantalón requiere más de 50 tiras pequeñas. Su intención es emular la lana de borrego, que es característica de esa prenda de vestir.
El Danzante de Pujilí es más complicado, porque tiene pedrería bordada sobre el aluminio. En el caso de la Chola Cuencana necesita que la pintura se seque completamente para dar forma a la pollera. A más de esta prenda, la figura de esta campesina luce el sombrero de paja toquilla, la blusa bordada y la macana.
La artesana utiliza pintura vitral, acrílicos, pinturas escarchadas, entre otras opciones para decorar a los personajes y que sean llamativos. Se emplean tonalidades fuertes e intensas para lograr un contraste con el plomo de aluminio.