El artista (centro, con lentes) realizó un recorrido en la exposición montada en la capital de Tungurahua. Foto: Modesto Moreta/ EL COMERCIO.
Con rostros curtidos, manos rústicas por los trabajos en el campo y una gran fortaleza física, el artista baneño Edwin Barrera muestra su obra Gente de Pueblo, en la cual retrata el espíritu de la gente indígena y del campo de la provincia de Tungurahua y del país.
Son al menos 20 obras que estarán expuestas hasta el jueves 7 de noviembre del 2019 en el Salón del Centro Cultural Pachano Lalama, localizado en las calles Mera y Rocafuerte, en el centro de Ambato. En los cuadros pintados al carbón se mira el esfuerzo de la mujer en la crianza de sus hijos, las labores del campo y como dirigentes en las organizaciones indígenas y campesinas.
“Son obras realizadas con barra de carbón con pequeños detalles de pintura que ayudan a resaltar el mensaje y la fortaleza de la mujer y del hombre del campo”, explica el artista.
Barrera utiliza como hilo conductor la relación Hombre-Tierra– que la inició hace 15 años. Comenta que la serie Gente de Pueblo constantemente está evolucionando y se compone de más de 1 000 cuadros donde resalta al sector indígena y campesino. “La obra tiene una transición donde hay cambios y cosas nuevas que buscan retratar a la gente humilde del país”, explica.
Cuenta que el indígena-campesino es el más olvidado, a pesar de que realizan las tareas más difíciles como la labranza de la tierra, la ganadería y la producción que es mal remunerada.
Además, destaca la vestimenta especial de este grupo, en el cual se genera un tipo de pliegues, texturas, matices coloridos y atractivos que son aprovechados en su arte.
Según Barrera, lo que intenta con su producción artística es que la gente de la ciudad reflexione y valorice el trabajo del campesinado indígena. “Ellos se apropiaron de mi obra y, a través de eso, trato de transmitir un mensaje a la gente que no vive con las comodidades como el hombre y la mujer de la ciudad”.
En uno de los cuadros, el artista muestra a un grupo de mujeres que labra la tierra y lleva a sus hijos en la espalda.
Para Barrera, la obra es especial porque está fragmentada, es decir, está hecha por partes y sin una definición. Esto permite que se pueda cambiar el orden de los cuadros sin que ello afecte la connotación, la idea y el mensaje.
Barrera inició hace 50 años como artista y fue maestro en el bachillerato en artes de la Unidad Educativa Baños. Cuenta con una galería en el Centro Cultural El Refugio del Viento.
También ha expuesto en Ambato, Quito, Riobamba y otras ciudades. Entre los principales logros está haber ganado la Bienal Nacional de Acuarela, salones provinciales e internacionales de acuarela.