Santiago Fernández es uno de los artistas invitados de la muestra. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Existen diferentes miradas sobre el libro. Para el bibliotecario, este resulta el tesoro a preservar; para el lector, una puerta a nuevas realidades; y para el creador -tal como se puede mirar en la exposición ‘Libri Art’ de Pentasiete Art Studio (Cumbayá)-, un libro es el objeto ideal que motiva nuevos procesos artísticos.
12 artistas y dos escritores forman parte de este proyecto que reúne pequeñas instalaciones que, a la postre, construyen un solo montaje de más de 50 metros cuadrados. Ellos, con el apoyo de Libri Mundi, utilizaron aproximadamente 3 000 publicaciones que no lograron salir de los estantes de la cadena librera durante los últimos años. Cada publicación fue reutilizada a manera que -como cuenta Santiago Fernández, uno de los expositores- “se pueda entablar un diálogo en torno a la utilidad del libro”.
Con un volumen que versa sobre la historia de Cuenca, Fernández dio forma a ‘Confortable lectura’, un sillón de grandes dimensiones construido con textos sobre patrimonio, arquitectura y diseño.
Cristina Salas, autora de ‘El insomnio’, una instalación que presenta una cama construida por libros y que en su parte superior muestra una forma humanoide en posición de caída sobre el lecho, explica que estos trabajos devinieron en nuevas interpretaciones en torno a lo que es la instalación.
Si bien la interacción entre la obra y el espectador juega un papel importante en el momento de montar piezas como estas, un factor extra es el escritor, cuyas palabras permiten contextualizar todo el conjunto de la pieza artística. En el caso de Salas, la lectura de ‘El hombre de la mirada oblicua’ (Pablo Palacio) la llevó a plasmar sus imágenes mentales sobre las páginas del texto literario.
Ideas como esta se repiten en la docena de obras que forman parte de esta exhibición. Poemarios, tratados de arquitectura, cuentos y novelas de Milan Kundera o de Salman Rushdie forman parte de las instalaciones de los otros artistas que forman parte de la muestra. Ellos son: Michel Dreyer, Fernanda Ponce, Daniel Espinosa, Ramón Burneo, Alfredo Velásquez, Carlos Alberto Sáenz, Juan José Ruiz, Gabriel Pérez, Salvador Maya.
El hecho de que todos compartan un mismo espacio brinda al espectador una experiencia única en torno al libro: mientras se revisa alguna publicación, se puede tomar asiento en el sillón de Fernández o descansar junto al altar del inconsciente, ideado por Pérez.
Pero el texto escrito no aparece como el único actor de esta exposición. En su obra, Velásquez toma a la poesía como detonante artístico. A ella le otorga fuerza a través de la vocalización de sus versos. Entonces, en un juego que entremezcla formatos impresos con digitales, él graba las bocas de seis personas recitando poemas y proyecta estas imágenes sobre una pared construida exclusivamente con libros.
En un intento de acercar al público hacia el autor de la obra literaria, esta muestra tiene colaboraciones de Juan Fernando Andrade y Salvador Izquierdo. Son pensamientos de ellos en torno a la escritura, los mismos que se encuentran dispuestos sobre las paredes de Pentasiete, como parte sustancial de la propuesta curatorial.
Como objeto de la alianza con Libri Mundi, las instalaciones que integran ‘Libri Art’ permanecerán en Pentasiete hasta este 9 de agosto. Luego se desmontarán para reubicarlas en el espacio de Libri Mundi Juan León Mera, en Quito.