Catelina. Teresa Casa es la creadora de esta marca. Nació en la comuna de Zuleta, por lo que el bordado fue una de sus actividades desde la infancia. En el 2015, Casa fue nombrada Maestra del Arte Popular de Iberoamérica. Fotos: Vicente Costales / EL COMERCIO Modelos: Laurent Pita y Génesis Reyes / Agencia DIS
Los bordados de Zuleta son uno de los productos infaltables en las tiendas artesanales. Flores y figuras orgánicas hechas con aguja e hilo adornan toallas, tapetes, paneras y en general artículos para el hogar. Aunque quienes los elaboran visten por tradición blusas blancas con collares bordados que contrastan por sus relieves y colores, la blusa de esta comunidad imbabureña no es parte de la percha comercial.
Rescatar esta artesanía tradicional y plasmarla en prendas de moda es el motivo común que tienen las marcas Catelina, Haki y Dominga, aunque cada una tiene su propio estilo.
Teresa Casa es sinónimo de Catelina, la marca que creó para comercializar sus productos. La artesana, nombrada en el 2015 Maestra del Arte Popular de Iberoamérica, dio sus primeras puntadas a los ocho años. Tiempo después, al convertirse en madre, hizo del bordado una fuente de ingresos.
Catelina nació como una expresión de la herencia, como la necesidad de una madre de trabajar desde casa y con la ambición de no parar de crear. Ahora, su catálogo tiene blusas, camisas, vestidos de niña y accesorios. Las prendas tienen siluetas contemporáneas, pues fueron creadas en colaboración con diseñadoras, pero son los bordados los que les dan un toque de identidad y les convierten en prendas únicas.
Haki. Esta firma nació hace un año, de la mano de Vicky Almeida. Las telas usadas son de algodón Pima peruano y los hilos son de algodón peruano o europeo. La silueta de las prendas y los bordados son diseños exclusivos de Haki. Foto: cortesía Haki
“Hay clientes que no creen que son prendas hechas a mano”, dice Paula Castillo, socia de Galería Ecuador (González Suárez y Gonnessiat), donde se venden las blusas.
La meticulosidad de cada puntada impresiona, tanto a ecuatorianos como a extranjeros. Esta admiración fue la motivación para que Gabriela Delgado funde Dominga hace siete años. La firma confecciona blusas de uso cotidiano y las eleva con los bordados.
El taller de Dominga está en Zuleta y las artesanas son de los alrededores de la comunidad. El comercio justo es la base de la marca, con el fin de revalorizar la artesanía y motivar a las artesanas.
Dominga. Esta marca es una de las pioneras en aplicar el bordado tradicional de Zuleta en blusas con diseños contemporáneos y de uso cotidiano. Gabriela Delgado y Pamela Ponce son las dueñas de este emprendimiento. Foto: cortesía Dominga
Dominga ha llegado a Quito (Artik Concept Store, Zaldumbide y Toledo), Guayaquil, Cuenca, Galápagos, Medellín (Colombia) y Nueva York, gracias a que propone vanguardia. “Las ecuatorianas están buscando prendas que les permitan identificarse con sus raíces, eso nos ha ayudado a mantenernos en el mercado local”, agrega.
Haki, por otro lado, es un emprendimiento joven, fundado por Vicky Almeida. La creativa ecuatoriana vive en Perú, así que uno de los ejes de trabajo es aportar a la marca con las bondades que cada país ofrece. Por ejemplo, el nombre de la marca viene del idioma navajo y quiere decir unión y hermandad.
Las telas son de algodón Pima peruano y el bordado es realizado por mujeres de diferentes puntos de Imbabura. Los diseños de las blusas y del bordado son exclusivos para Haki. “No se van a encontrar en ningún otro producto relacionado con los bordados de Zuleta”, dice Almeida. Los productos se pueden obtener en Aurea Studio (Av. La República y Azuay).
Ahora, Almeida está trabajando en una nueva colección, cuyas prendas serán fabricadas con algodón orgánico certificado.