Edgar Palacios, con las publicaciones del Archivo Nacional de Música Ecuatoriana. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
Desde hace 50 años, el maestro Edgar Palacios Rodríguez ha venido trabajando en un proyecto personal: la creación de una biblioteca de la música lojana. En este tiempo ha recorrido archivos públicos y privados con la finalidad de copiar las partituras que forman parte de la tradición sonora de su provincia.
Desde hace un año, este trabajo pasó a formar parte de un ambicioso proyecto de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Así se creó el Archivo Nacional de Música Ecuatoriana, que en la actualidad cuenta con 85 obras lojanas “que prácticamente estaban perdidas”, como dice Palacios. Su meta principal es crear un registro escrito y sonoro de las piezas académicas escritas por compositores ecuatorianos o que bien forman parte de la cultura musical nacional. Hasta el momento tienen otro centenar ya en proceso de arreglo o transcripción.
En la matriz de la CCE, los visitantes pueden acceder al material del Archivo en tres formatos: impreso, digital, y sonido por computadora. Para el maestro Palacios, lo principal es que la gente del país y el extranjero pueda acceder a obras de compositores como Salvador Bustamante Celi, por ejemplo. Es por ello que, entre finales de septiembre e inicios de octubre, se habilitirá una plataforma a través de la cual se podrá acceder gratuitamente a este material.
Pablo Mora y Sandra Terán son los otros especialistas que trabajan junto con Palacios en este proyecto de digitalización de partituras. Además de la música lojana, ellos también han recopilado 21 arreglos para orquesta, los cuales serán interpretados en la próxima edición del Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, que se desarrollará entre el 15 y 25 de septiembre. Las obras volverán a escucharse gracias a través de las voces e instrumentos de la Orquesta Infanto-Juvenil de Rumiñahui, la Orquesta Sinfónica Juvenil de El Oro, la Banda Sinfónica de Pichincha, los solistas de la CCE y artistas invitados.
Palacios, quien ha sido reconocido como uno de los mejores trompetistas del país y es el creador de la Orquesta Sinamune, tiene una cierta pasión por los himnos. Y esta ha sido una excusa para que dentro de este proyecto también se incluya la transcripción de himnos provinciales, cantonales y municipales, con el fin de resguardar este patrimonio sonoro oficial.
Hasta el momento, el Archivo cuenta con las publicaciones de los himnos a los cantones Pasaje, Zaruma, Huaquillas, Portovelo. También están incluidos los de Machala y de El Oro, entre otros. A criterio del trompetista, el rescate de esta música es fundamental en este momento ya que se está olvidando la tradición de interpretar himnos más allá de los eventos oficiales.
El acceso a las piezas
Las publicaciones que forman parte del Archivo Nacional de Música Ecuatoriana están trabajadas a manera de arreglos para piano, orquesta y solistas. Cada uno de los tomos, de edición limitada, consta de una portada, la transcripción de la partitura y una reseña biográfica del autor de la pieza.
En su versión digital, las características son similares a la física, pero su acceso será a través de computadores en los núcleos provinciales de la CCE. Para los músicos que vivan en el extranjero e instituciones culturales, el acceso y reproducción de los textos será bajo autorización del Archivo Nacional.
Por su parte, la versión sonora tendrá una mayor difusión en la página web de la CCE. Las obras no fueron interpretadas por artistas, sino que fueron interpretadas por computadora, manteniendo el estilo de la partitura original. Palacios resalta que esto ha permitido que el audio final sea fiel a las intenciones sonoras que tuvieron sus creadores, ya que “muchas veces los intérpretes contemporáneos imponen estilos que difieren con la época”.