Nathanael Torres y sus dos hermanas -Priscila y Johana- nunca han estado en una escuela regular. Su madre, Annie Charvet, prefirió educarles en casa, con su propio método y a su manera.Su filosofía, dice la mujer, es preparar al niño para entrar a la vida de adulto: que sepa organizar su tiempo, cocinar, ordenar su cuarto, no solo matemáticas o química. “Muchas veces, las escuelas se olvidan de la parte del desarrollo físico, moral y espiritual, que es lo más importante”.
Ella considera que la educación en general “prepara a los niños con un molde de pensamiento”. Por eso, Charvet, de nacionalidad francesa y agrónoma de profesión, ha sido la maestra de sus hijos desde hace 10 años.
En países como Francia, Holanda, Reino Unido, entre otros, esta modalidad de estudios está legalmente aceptada. En Ecuador se aprobó la opción Educación en Casa en octubre del 2009, con el acuerdo ministerial 0515-09. Teodoro Barros, director nacional de Educación, explica que no es para todos. “Hemos sido muy rigurosos en aprobar o desaprobar los casos”.
En Ecuador hay seis familias que cumplen los requisitos (ver ficha). La de Charvet y su esposo Alejandro Torres es una de ellas. La mayor de sus tres hijos -Priscila (15 años)- estudia en un colegio a distancia, pero Nathanael (11) y Johana (5) ya están dentro del programa del Ministerio. En enero recibieron los textos.Los niños tienen profesores particulares de música; su madre los guía en el resto. “Escogemos un tema que les interesa y desarrollamos las materias: desde matemáticas hasta la Biblia. Ellos investigan”, dice Charvet.
En el tema de los volcanes, Nathanael refiere que entrevistó a vulcanólogos, buscó información en Internet e hizo un experimento. Por las tardes, interactúa con otros pequeños en el Conservatorio de Música y los fines de semana, en la iglesia.
Hoy, el pequeño planea aprender cómo se repara una motocicleta con un mecánico que vive cerca de su casa. En semanas anteriores, aprendió a moler el trigo y a hacer pan con su vecino.
Su madre dice que es mejor que aprenda lo que quiere. “De gana vamos a enseñar algo que no le interesa”, resume.