La aplicación que busca reducir el desperdicio de alimentos en Ecuador

Las aplicaciones móviles permiten que la comida que no se llega a vender en restaurantes pueda tener una segunda oportunidad. Foto:_ Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO.

Las aplicaciones móviles permiten que la comida que no se llega a vender en restaurantes pueda tener una segunda oportunidad. Foto:_ Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO.

Las aplicaciones móviles permiten que la comida que no se llega a vender en restaurantes pueda tener una segunda oportunidad. Foto:_ Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO.

El uso de las aplicaciones móviles tiene un nuevo objetivo: evitar el desperdicio de alimentos. Según datos de la FAO, alrededor de 1 300 millones de toneladas de comida se pierden o desperdician cada año. Esto representa un tercio de la producción mundial. El desperdicio de comida no solo representa un gasto innecesario de recursos, sino que también contribuye con emisiones de gases asociados con el calentamiento global.

Las ‘apps’ ahora permiten que la comida que no se llega a vender en restaurantes, panaderías o mercados pueda tener una segunda oportunidad. Los alimentos que fueron rechazados por su aspecto en los supermercados o los que sobraron después de una cena en el hogar también son requeridos en estas aplicaciones.

Una de las más conocidas es Too Good to Go. Mediante su uso, los comercios europeos venden sus excedentes de comida. Los platillos cuestan entre dos y cinco euros. Otra aplicación, que se originó en el Reino Unido, y ahora ya está disponible en México, es Olio. Esta ‘app’, a diferencia de la anterior, promueve la entrega gratuita de comida. En Colombia también se creó una herramienta similar el año pasado.

Esta tendencia llegó en noviembre de 2019 a Ecuador con la creación de Pan Comido. Edwin Salvador, profesor de la Escuela de Formación de Tecnólogos de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), explica que la aplicación fue desarrollada como un proyecto de titulación de sus estudiantes, bajo su dirección.

Ahora funciona como un complemento de las actividades del movimiento Food Sharing Quito. Este grupo se formó en el año 2017 en Ecuador con la misión de luchar contra el desperdicio de alimentos. La idea la tuvo Fausto Santiana, quien vivió algunos años en Alemania. Allí, se involucró en las actividades de este grupo, que fue formado originalmente en ese país. Cuando regresó a Ecuador, Santiana decidió replicar el modelo y creó el movimiento junto con Salvador y Carolina Monar.

Actualmente, son alrededor de 10 voluntarios y coordinan la recolección de alimentos con cerca de 30 establecimientos, entre panaderías, mercados y fruterías.

Los voluntarios recuperan cerca de 100 kilos de comida cada semana. En los últimos tres años han recolectado casi tres toneladas. Por eso, la idea de la ‘app’ es que más personas se involucren en estas actividades.

El procedimiento consiste en tomar una fotografía de la comida, poner una descripción y fijar una fecha, hora y lugar para la recolección. Una vez que se publica la información, los otros usuarios de la aplicación reciben una notificación.

Los interesados pueden entrar a la publicación y presionar en el botón de “rescatar estos alimentos”. Al confirmar, se crea una conversación dentro de la ‘app’ para que puedan coordinar los detalles.

La ‘app’ se une a otras iniciativas que ya funcionan en la ciudad, como es el caso del Banco de Alimentos, que buscan disminuir el desperdicio de comida en Quito.

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