El ‘anfibio alien’ vive en bosques de El Oro y Azuay, en Ecuador

La cecilia solo abre su mandíbula cuando debe alimentarse

La cecilia solo abre su mandíbula cuando debe alimentarse

La cecilia solo abre su mandíbula cuando debe alimentarse. Foto: Cortesía Alejandro Arteaga/ Tropical Herping

A simple vista, la cecilia gigante luce como una lombriz. Pero al abrir su boca, se transforma en una criatura que parece salida de una película de terror. Sus dientes grandes y la forma de su mandíbula son algunos de los aspectos por los que se la llama ‘anfibio alien’.

Su imagen, difundida en la Internet, ha causado varias ­reacciones, ya que es un animal del que no se tiene mucha información y que no muchas personas sabían de su existencia. Pero este anfibio es real y habita en el Ecuador.

Alejandro Arteaga, director científico de Tropical Herping, cuenta que este animal vive en las provincias de El Oro y Azuay. A pesar de su aspecto, es inofensivo para los humanos. La cecilia gigante solo abre su boca para comer lombrices y larvas de insectos.

Hace dos semanas, este grupo de investigadores logró encontrar un espécimen en una expedición por la zona cercana a la reserva Buenaventura de la Fundación Jocotoco. Este es un gran logro, dice Arteaga, porque esta cecilia es muy difícil de hallar. Por lo general, viven debajo de la tierra y solo salen cuando hay lluvias torrenciales. Además, una vez que se las encuentra, es aún más complicado atraparlas porque son “extremadamente resbaladizas”.

Los investigadores encontraron la cecilia cuando estaba cruzando un riachuelo. La atraparon y le tomaron algunas fotografías, que después las incluyeron en su publicación sobre los 10 anfibios y reptiles más raros del país. Este animal ocupa el puesto número dos de la lista. Arteaga cuenta que muchas veces este animal es confundido con una lombriz por su aspecto, pero en realidad tiene vértebras, cráneo y dientes.

Estos animales están en peligro debido a la destrucción de su hábitat. Su distribución está restringida a pequeños espacios de bosque. Por eso, la Fundación de Conservación Jocotoco y Rain Forest Trust están llevando a cabo esfuerzos para intentar salvarla de la extinción. La fundación busca comprar más lotes en el bosque nublado, cercanos a su reserva Buenaventura, para así reducir las amenazas.

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