Complejo y frágil terreno, el de las reivindicaciones que buscan conseguirse con prohibiciones y sanciones: una acusación de “apología de la discriminación” puede devenir en apología de la censura.
En la denuncia de Silueta X, contra ‘La pareja feliz’, el argumento de peso era la fijación del show en una franja horaria errónea; el resto es para pensarlo. En Facebook, vitrina del debate inorgánico y visceral, los comentarios sobre el hecho abundan en términos de asco y basura. Si no se ha visto el contenido, esos juicios surgirían de la ignorancia, despropósito mayor que el gusto –o el placer culposo- de sus espectadores.
Sea que el programa haga ‘humor’ con chistes sexistas entre otras sandeces; pero quienes lo hacen y lo ven son ciudadanos con iguales derechos. Es terreno complejo y frágil el de las representaciones, de la ficción televisiva, de la libertad creativa, de la sensibilidad social; más frágil aún si con el ‘humor’ lo concreto se diluye en alusiones.
Lo puntual iría sobre la calidad de producción, la estética, la técnica… ante lo demás, las ideas o los discursos reproducidos, prima la decisión del televidente. Nadie impone la obligación de ver, ¿por qué hacer lo contrario? Si el rating ordena esta programación, que quien no guste de ella actúe: cambiar, apagar, protestar con el control en mano… y no un acabose por dictámenes.
Se trata de cambiar vejámenes por aportes, pero la acción punitiva no es la vía, sino el pensamiento crítico que abre discusiones. Si se busca utopía en la TV nacional, esta no vendrá con el paternalismo sobre audiencias a las que el poder supone –prefiere- irreflexivas.
Se impone la creencia -más discriminatoria aún- de que se debe proteger al espectador, porque solo no puede. No. Hay que darle libertad para formarlo, para viabilizar la crítica; también a los productores audiovisuales, para que no se queden en un ‘humor’ caduco y fácil.
Esas voces que claman por regulaciones, suspensiones, sanciones, ¿qué dirían si los que imputan ahora, fuesen los sentenciados de mañana? Es un terreno frágil y complejo…