Así nació el Día Internacional del Beso

Esta fecha se fijó como un homenaje al beso más largo del mundo, protagonizado por una pareja de tailandeses en el 2011. Imagen referencial: Pexels

Esta fecha se fijó como un homenaje al beso más largo del mundo, protagonizado por una pareja de tailandeses en el 2011. Imagen referencial: Pexels

Esta fecha se fijó como un homenaje al beso más largo del mundo, protagonizado por una pareja de tailandeses en el 2011. Imagen referencial: Pexels

Hoy -13 de abril- se celebra el Día Internacional del Beso, el gesto más practicado por los seres humanos. Hombres y mujeres se besan por amor, para saludar, para despedirse.

Esta fecha se fijó como un homenaje al beso más largo del mundo, protagonizado por una pareja de tailandeses en el 2011. Ese año, la pareja (Ekkachai y Laksana Tiranarat, de Bangkok) estableció un récord: su beso duró 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. Fue en marco del Día de San Valentín; una maratón.

En el año 2013, la misma pareja rompió su propio récord al darse un beso, sin despegarse por un segundo, de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.

Hay muchas teorías sobre cómo se originó el beso y por qué se lo practica. De acuerdo con el portal Infobae, “algunos científicos creen que besar es un comportamiento aprendido, ya que aproximadamente el 10% de los humanos no se besan y muchos menos besan con intención romántica o sexual. Otros creen que besar es instintivo y tiene sus raíces en la biología”.

Lo que sí está comprobado es que besar es bueno para la salud. Un estudio de la Universidad de Viena demostró que, cuando los labios de dos personas se unen, el ritmo cardiaco se duplica –pues se aceleran las pulsaciones del corazón–, se libera adrenalina, se induce a la producción de colesterol bueno y, como se intercambian millones de bacterias, se refuerzan las defensas.

Otro estudio, de la Universidad Wilfred Laurier (Canadá), en cambio, comprobó que las parejas que se despiden con un beso en las mañanas aumentan su esperanza de vida en cinco años, se ausentan poco del trabajo e, incluso, tienen un 25% menos de riesgo de sufrir accidentes laborales y de tránsito, comparadas con aquellas que se despiden de forma indiferente o, incluso, agresiva.

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