Una amistad se pone a prueba en la película ‘Like a Boss’

La actriz mexicana Salma Hayek, intrepreta a Claire Luna, en 'Like a Boss'. Foto: iMDb

Contraviniendo la creencia popular, el director Miguel Arteta mezcla la amistad y los negocios para poner en escena una comedia de manual, que lleva por título ‘Like of Boss’. El filme aterriza en el mundo de la moda, pero con menos gracia que otras películas, como ‘The Devil Wears Prada’ o ‘The Intern’.
La producción reúne frente a la cámara a Rose Byrne y Tiffany Haddish. Ellas interpretan a Mel y a Mía, dos mujeres que han crecido juntas y han compartido una larga amistad, resumida en los créditos iniciales. Ahora son las directoras de su propio negocio, con la línea de maquillaje M&M, en la que sus ideas sobre la belleza femenina aparentemente se complementan.
Desde el primer momento, el humor se desarrolla a partir de los contrastes. La diferencia racial y la personalidad ordenada, prudente, analítica y ambiciosa de Mel se contrapone a la impulsividad, franqueza y la viveza de Mía. Esto crea una serie de situaciones cómicas, que van subiendo de tono con un amplio repertorio de chistes sexuales.
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Ese contraste, a veces natural y otras un tanto forzado, será el mismo que pondrá a prueba la amistad de las protagonistas, cuando entre en escena Claire Luna. Esta figura, interpretada por Salma Hayek, es dueña de una de las principales empresas del ramo, y ofrece un trato a M&M que podría sacar al emprendimiento de un apuro económico, a cambio del control administrativo.
“La amistad cambia cuando hay dinero de por medio”, dice en su momento el exótico personaje latino de Hayek, que roza la caricatura con una recargada interpretación de melodrama telenovelesco. Impulsada por la ambición y la envidia, la extravagante empresaria se encargará de sembrar la discordia entre las amigas protagonistas.
La afinidad entre Byrne y Haddish queda desaprovechada en una historia que se estanca en lugares comunes, personajes secundarios que aportan muy poco a la trama y que pierde la fuerza de su comedia en el tramo final. Musical y estéticamente tampoco hay algo que sobresalga.
‘Like a Boss’ pretende ser una comedia feminista, diversa, inclusiva, liberal, inspiradora y emotiva, pero al querer abarcar tanto el resultado es irregular e insubstancial.
Miguel Arteta
El director de origen puertorriqueño se inició en el oficio a finales de los años 90, con la comedia ‘Los Ángeles gigoló’. Con más de 20 años de trayectoria ha sido reconocido por películas como ‘The Good Girl’ o ‘Alexander y el día terrible, horrible, espantoso, horroroso’.
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