Ánimo y mucha voluntad no bastan para mantener una dieta constante y no decaer. La presencia de los amigos, la tentación del alcohol y las ganas de comer en la noche son tres de los principales factores difíciles de resistir por alguien que está siguiendo un régimen, según un estudio de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido.
La investigación —publicada ayer 25 de febrero en la revista Annals of Behavioral Medicine— evaluó a 80 personas para identificar los aspectos sociales y medioambientales que hacen que la gente falle en su intento por bajar de peso.
Los voluntarios tenían que anotar en un diario electrónico todas las tentaciones que a diario debían enfrentar durante una semana. Más del 50% se mostró especialmente vulnerable en las noches, y la mayoría cayó en la tentación de probar alcohol más que en comer algún bocadillo.
Su fuerza de voluntad también estuvo muy influenciada por la presencia de otros, ya sea por verlos comer o por ser incentivados a hacerlo.
Para los autores, estos hallazgos pueden ser utilizados para elaborar programas de reducción y mantenimiento del peso corporal, por ejemplo, utilizando aplicaciones móviles que den apoyo a quienes siguen una dieta.
“En la lucha contra la obesidad, necesitamos estar más atentos a los factores que son una tentación. Eso ayuda a desarrollar herramientas para no caer”, concluyeron.