Luego de varios años sin escuchar su canto, el parque Bicentenario volverá a contar con una población de uilli-uillis de la rana marsupial andina. Este sábado 7 de mayo del 2022, a las 11:00, se realizará la inserción de renacuajos en charcas ubicadas detrás de la Cruz del Papa del parque ubicado en el antiguo aeropuerto de Quito.
La rana marsupial andina, conocida científicamente como Gastrotheca riobambae, era uno de los habitantes más comunes de los lugares húmedos de Quito. Las charcas, ríos y pequeñas fuentes de la ciudad le servían como espacios para su reproducción. Pero el avance urbanístico hizo que esas zonas se llenarán de concreto o de plantas no nativas, lo cual ha hecho que la especie endémica del Ecuador desaparezca en varias partes de la capital.
Frente a esta situación, el Zoológico de Quito en Guayllabamba ha venido trabajando en un rescate de los uilli-uillis de la rana marsupial andina que se inició en el 2007. En ese entonces, los técnicos rescataron a una población de esta especie durante la construcción del aeropuerto de Tababela.
Martín Bustamante, director del zoológico, explica que estas ranas buscan lugares con agua para depositar a los uilli-uillis. Pero en el caso de reservorios artificiales para el agua potable o actividades agrícolas, estos cuentan con paredes altas u otros obstáculos que no permiten que salgan los renacuajos jóvenes, los cuales terminan muriendo.
“Nuestra idea es reintroducir a la especie en los charcos del parque para que la gente tenga nuevamente contacto con los uilli-uillis”, cuenta Bustamante. Añade que, históricamente, la zona donde está el Bicentenario solía inundarse, por lo que era un hábitat ideal para la rana marsupial andina.
Los uilli-uillis que irán al parque Bicentenario de encontraban en piscinas creadas para su reproducción. Foto cortesía Zoológico de Quito en Guayllabamba
Los seis primeros meses de vida de la especie son clave para su supervivencia. Esta etapa va desde que empiezan a crecer en la espalda de la madre, para luego llegar a las charcas como uilli-uillis, y finalmente completar la metamorfosis. Es aquí cuando aparecen varias amenazas a los individuos, las cuales incluyen la presencia de depredadores como los perros y aves o la intervención de humanos que retiran al animal de su hábitat.
Desde el sábado 7 de mayo, los nuevos huéspedes del parque vivirán en charcas dentro del parque Bicentenario, las cuales fueron creadas en el marco del proyecto Quito Adopta y que son gestionadas por el apadrinamiento de la familia Neira Fabara. Estas zonas húmedas tendrán cercas para impedir que los perros u otros animales se acerquen y también para que las personas mantengan distancia durante esta primera etapa de reintroducción de la especie.
Bustamante hace énfasis en que los visitantes del parque no deben botar desperdicios en estas charcas ni tampoco es necesario que alimenten a los uilli-uillis. También explica que la ciudadanía debe proteger la flora alrededor de esta zona ya que justamente se ubicaron especies nativas de plantas para ayudar a que la rana marsupial andina vuelva a ofrecer su canto en el norte de Quito.