Dos grados cambiarían la dinámica terrestre

Países en el mundo ya sufren los efectos de la degradación y desertificación de las tierras en la actualidad.

Cada grado de aumento en la temperatura global tiene un impacto en todos los ecosistemas. A través de mecanismos como el Acuerdo de París, los esfuerzos mundiales están concentrados en limitar el incremento a dos grados centígrados. Pero si no se logra cumplir esta meta, la subida de los niveles del mar, la pérdida de biodiversidad, el aumento de la sequía y la proliferación de plagas son solo algunas de las consecuencias que deberá enfrentar la población en los próximos años.
Un estudio publicado en la revista Science la semana pasada demuestra que, por cada grado de aumento de la temperatura mundial, se perderá entre el 10% y el 25% de los cultivos de arroz, maíz y trigo a causa de nuevas y mayores plagas.
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Washington, expone al cambio climático como el responsable del incremento de la actividad de los insectos que perjudican a estos cultivos.
Según Curtis Deutsch, autor principal de la investigación, generalmente las temperaturas más cálidas causan una mayor tasa de reproducción de los insectos. Actualmente, estos organismos ya consumen entre el 5% y el 20% de los cultivos de granos. Con el aumento en sus poblaciones, el consumo será más alto.
Zonas productivas como los arrozales en China, el “cinturón de maíz” en Estados Unidos y los campos de trigo en Francia son algunos de los lugares que tendrán mayores afectaciones. En el estudio se calcula que el aumento de dos grados en la temperatura mundial provocaría una pérdida de 213 millones de toneladas en estos tres cultivos cada año.
En este escenario, las pérdidas debido a la actividad de los insectos sería de un 31 % para el maíz, el 19 % para el arroz y el 46 % para el trigo. Esto se traduce en 62, 92 y 59 millones de toneladas menos en cada caso.
Los investigadores explican que estos resultados sirven para que se profundice la investigación en este tema y los países puedan aplicar medidas de prevención y adaptación al cambio climático a través de la implementación de nuevas formas de cultivos.
Los efectos del aumento de la temperatura en los suelos ya se están viviendo en la actualidad. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en lo que va del 2018 se ha caracterizado por la presencia de fenómenos meteorológicos extremos y se estima que en el año 2025, alrededor de
1 800 millones de personas sufrirán una escasez del agua.
En el caso de los océanos, el aumento de temperatura también tendría un impacto negativo. Un estudio realizado por la Universidad de Tufts, la Universidad de Rutgers y el Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam demuestra que si el planeta se calienta más de dos grados, el nivel del mar experimentará cambios que ocasionarán pérdidas de ecosistemas y la migración masiva de especies. A esto se suman inundaciones y daños a zonas costeras.
Para Klaus Bittermann, autor principal del estudio, “la diferencia de 0,5 grados podría ser una cuestión de vida o muerte”. Si hasta el año 2150 la temperatura aumenta en dos grados, el nivel del mar incrementará 17,7 centímetros. Para los investigadores, es necesaria la reducción de los niveles de las emisiones de carbono. Actualmente, los países están definiendo la hoja de ruta que se aplicará para cumplir con el Acuerdo de París.
En el Ecuador, los efectos que causaría el incremento de la temperatura se verían reflejados en más precipitaciones en la zona costera y en las Galápagos, así como focos de sequía en la Sierra y Amazonía. A esto se sumaría la ampliación de zonas afectadas por epidemias tropicales como el zika.
Al respecto, el científico ecuatoriano Homero Paltán, investigador de la Universidad de Oxford, señala que los escenarios de sequía e inundaciones serán distintos en el país, siendo las zonas más afectadas por inundaciones aquellas donde nacen los principales afluentes del país.
Allí, de acuerdo con los datos que arrojó su último estudio publicado en agosto, se darán dos posibles escenarios si la temperatura sube a dos grados: menores días de lluvia, pero muy intensos, o largas temporadas de precipitaciones.