El proyecto Reverdecer Ecuador incluye a las comunidades que habitan en las reservas naturales del país. Foto: Juan Carlos pérez para EL COMERCIO
Depender en menor medida de la industria extractivista y brindarle más importancia a los bioemprendimientos es uno de los enfoques del programa Reverdecer Ecuador, que se lanzó esta semana en la ciudad de Macas.
Esta es una de las iniciativas emblemáticas del Gobierno ecuatoriano para este año que también incluye acciones de conservación, reforestación, educación, manejo de desechos, gestión forestal y ordenamiento territorial.
La bioeconomía es una de las opciones planteadas para el aprovechamiento de los recursos naturales de una forma sostenible y que evite la degradación de los ecosistemas y la deforestación.
Según Tarsicio Granizo, ministro del Ambiente, la meta es que, en los próximos años, la bioeconomía llegue a aportar con el 20% del Producto Interno Bruto del País (PIB) proveniente del sector industrial.
Hasta el momento se han identificado 400 bioemprendimientos en las diferentes regiones del país. Las ideas van desde obtener asfalto con materiales extraídos de las llantas hasta vajillas biodegradables.
Zach Romo, subsecretario del Patrimonio Natural del MAE, explica que la idea es que las comunidades identifiquen sus potenciales y, con el apoyo del Estado, fortalezcan sus capacidades.
El proceso con los bioemprendimientos se inicia con la identificación de las cadenas de valor promisorias. Con este término se hace referencia a los productos en los que las personas ya tienen experiencia y ya los han lanzado al mercado. Puede ser en la fabricación de aceites y cremas naturales, que son comunes en las ferias de bioemprendedores.
Después se hace una evaluación para identificar cómo llevar a cabo una dinámica adecuada y se da un apoyo a las personas que ya se encuentran en estas cadenas a través de la inversión del Estado con incentivos como el programa Socio Bosque.
Según Granizo, actualmente un millón y medio de hectáreas se encuentran bajo manejo a través de Socio Bosque, que reúne a 50 000 familias propietarias de páramos, manglares y bosques. Con Reverdecer Ecuador se busca incluir más socios y modificar el modelo de gestión.
Romo explica que este cambio se basa en prácticas para fomentar el uso sustentable de los ecosistemas que se están conservando en esta zona y fortalecer los niveles de gobernanza en el territorio.
“Lo que queremos ahora es que esa gente que hace conservación ponga en evidencia los capitales naturales que tiene”, dice Romo.
Con el impulso de la bioeconomía también se busca disminuir la tasa de deforestación, que actualmente alcanza las 100 000 hectáreas anuales. Esta cifra equivale a 200 canchas de fútbol que se deforestan al año, según las autoridades.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas es otro enfoque de esta estrategia integral. La propuesta busca que las comunidades que viven alrededor y dentro de estas zonas, que están haciendo conservación o restauración, de alguna manera y con apoyo del Estado, puedan vivir de esas actividades a través de los servicios ambientales que estas zonas prestan.