Imagen referencial. En Irlanda se declaró emergencia ambiental para luchar en contra de la contaminación. Foto: Wikicommons.
El parlamento irlandés se convirtió en el segundo que declara la ‘emergencia climática‘, una semana después que el Reino Unido, una medida cuyo alcance no está aún claro pero que fue recibida con entusiasmo por la joven militante sueca Greta Thunberg.
El gobierno de Dublín anunció que en las próximas semanas publicará un plan de acción en sectores como “ la calefacción, el transporte, la industria y la agricultura, para intensificar la respuesta al cambio climático y reducir las emisiones ” de gases de efecto invernadero.
El parlamento había aprobado la noche anterior por consenso un texto que declara la “emergencia climática” y pide “mejorar la respuesta al problema de la pérdida de biodiversidad”.
“Tenemos ya el respaldo de todos los partidos para declarar una emergencia en materia climática y de biodiversidad”, se congratuló en Twitter Hildegarde Naughton, diputada del gubernamental Fine Gael y presidenta del comité sobre acción climática en el parlamento. Pero “ahora, necesitamos acción”, subrayó.
“Declarar una emergencia no quiere decir absolutamente nada a menos que se tomen medidas”, dijo por su parte el líder del Partido Verde, Eamon Ryan, a la televisión pública RTE.
Más allá de las fronteras irlandesas, esta declaración fue recibida con entusiasmo por Thunberg, la adolescente sueca convertida en icono de la lucha contra el cambio climático. “¡Supernoticia en Irlanda! ¿Quién es el siguiente?”, tuiteó.
El parlamento británico fue el primero, el 1 de mayo, en dar este paso, en una votación por iniciativa del opositor Partido Laborista y tras 11 días consecutivos de intensa movilización en Londres del grupo ecologista Extinction Rebellion (XR), que defiende la desobediencia civil pacífica contra la inacción climática.
A principios de mayo, un informe de la Comisión británica sobre Cambio Climático (CCC) recomendó al país reducir a cero sus emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050.
El objetivo actual de Reino Unido, y de Irlanda, es reducir en 2050 el 80% de sus emisiones respecto a los niveles de 1990. Por su parte, XR, entre cuyas reclamaciones figura la declaración de la “emergencia climática”, pide un 100% de reducción mucho antes, en 2025.