Helena Gualinga fue una de las cinco jóvenes de la comunidad de Sarayaku que asistió a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP26, que se realizó en Glasgow hasta el 12 de noviembre del 2021.
Esta es la segunda vez que la joven de 19 años asiste a este encuentro internacional. Aunque el evento se proyectaba como una oportunidad para detener el avance del cambio climático, para Gualinga, Ecuador y el mundo sigue en deuda con la AmazonÃa, no solo en materia ambiental sino en el impacto que los cambios tienen en quienes viven en esta intensa relación con la naturaleza.  
¿Cuáles eran sus expectativas de la COP26? 
Antes de que empezara la COP ya tenÃa muy bajas expectativas, el tema que más quisimos posicionar fue el de la AmazonÃa. De parte del Estado ecuatoriano hubiésemos esperado más contribución en relación con la protección de la AmazonÃa, pero lastimosamente no la vimos durante este encuentro.  
¿Cree que hay una deuda con la AmazonÃa?  
Creo que el tema de Galápagos es super importante y nadie lo niega, pero cuando hay una conferencia global, y se están discutiendo y negociando las polÃticas de mitigación contra el cambio climático y para proteger los puntos claves, como la AmazonÃa, no hace justicia anunciar la reserva de Galápagos. No significa que sea algo malo, pero no va de acuerdo con lo que está sucediendo en la AmazonÃa. Fue una salida fácil para intentar quedar bien con todos, pero la agenda del Gobierno es extractivista.  
Helena Gualinga es una joven de Sarayaku que lucha por la defensa de su territorio. Foto: cortesÃa Alice Aedy
¿El anuncio de crear la reserva marina en las Galápagos fue para crear un impacto internacional? 
Fue algo para internacionalmente quedar bien, pero la realidad de Ecuador es distinta. El Gobierno que tenemos ahora no es ambientalista. Vemos cómo se habla de la justicia climática y de la transición, pero eso no es una prioridad en la polÃtica de este Gobierno. Ese es el discurso a escala internacional, pero lo que vemos en Ecuador es que la explotación petrolera se va a duplicar y la frontera petrolera se está expandiendo. Esto es muy preocupante, porque afecta directamente a los territorios indÃgenas y a la AmazonÃa.  
¿En qué debÃa haberse enfocado Ecuador en la cumbre climática?   
Se necesita un plan que muestre cómo Ecuador va a salir de la dependencia del petróleo, y eso no existe. Hay que tener un plan que diga cómo sus acciones se relacionan con la justicia climática. Es decir, un plan que sea justo con los más vulnerables, con la parte de la sociedad que es más pobre y que esta transición no los afecte. Es necesario que Ecuador como paÃs amazónico y petrolero pueda hacer una transición y tenga las intenciones de hacerlo. Necesitamos de un esfuerzo internacional.  
¿En esta conferencia de las partes se dio más voz a los pueblos y nacionalidades indÃgenas? 
La presencia de los pueblos indÃgenas en las negociaciones aún es un tema pendiente. Nosotros nos hemos asegurado de que haya más visibilidad y más vocerÃa de los pueblos indÃgenas. No es esfuerzo de la COP ni de los gobiernos, sino que es algo en lo que ha trabajado la comunidad indÃgena. Los resultados que vemos ahora son producto de más de 30 años de esfuerzos. No es algo de mi generación, sino de las generaciones anteriores, pero creo que el trabajo ahora tiene que ser intergeneracional.  
¿Es necesario involucrar y escuchar más a los jóvenes en esta lucha climática, tanto en Ecuador como en el mundo?  
La presión que han puesto los jóvenes es lo que creó la expectativa de lo que iba a pasar en Glasgow. Son los jóvenes los que están llevando la batuta en los temas climáticos junto con los pueblos indÃgenas, que siempre han estado ahà presentes protegiendo los territorios. Creo que en Ecuador se necesita involucrar mucho más a los jóvenes y que estos se unan. En Ecuador pasan muchas cosas en silencio y necesitamos más movimiento. En un punto tan crÃtico no podemos darnos el privilegio de quedarnos callados.