Los guayacanes son apadrinados en Loja

El florecimiento de los guayacanes en esta temporada fue en los últimos días de diciembre. Foto: Xavier Caivinagua para El Comercio

El florecimiento de los guayacanes es un fenómeno que convoca cada año a nacionales y extranjeros a las tres parroquias del cantón Zapotillo, en Loja. Este evento, que es conocido por la forma en la que se transforma el paisaje, también se ha convertido en una oportunidad para promover las acciones en favor de la conservación de estos árboles.
Las personas que acudan a ver este espectáculo natural también pueden contribuir a su preservación. Aunque no ha sido muy difundido, el apadrinamiento de guayacanes es una de las acciones que se busca promover. Esta iniciativa se inició en el 2014 con la aprobación del Reglamento para el apadrinamiento de los árboles de guayacán dentro de la Reserva Ecológica Municipal Los Guayacanes. En enero del 2015 se empezó a implementar en las parroquias de Cazaderos y Mangahurco, y desde el 2016 en la parroquia Bolaspamba.
El Ministerio del Ambiente (MAE) explica que la idea es que se forme un vínculo directo entre las personas y la naturaleza, a través de un sistema de compensación ambiental. Los visitantes adquieren una responsabilidad a través de la siembra, cuidado, protección y manejo de estos árboles.
El proceso se inicia con la preinscripción en las Juntas Parroquiales. Para apadrinar un árbol de esta especie nativa es necesario llenar un formulario con los datos personales y de contacto. El apadrinamiento es voluntario, por lo que se puede anular con una renuncia por escrito. El valor y el tiempo del apadrinamiento es voluntario.
El dinero recolectado es utilizado en un fondo que está destinado al trabajo en protección, manejo y conservación del bosque. Los GAD Parroquiales, como administradores del incentivo, tienen la obligación de planificar y ejecutar procesos semestrales de rendición de cuentas a los padrinos o madrinas.
El MAE explica que hasta el momento existen más de 40 padrinos en Bolaspamba, Cazderos y Mangahurco. Aunque la posibilidad de apadrinar uno de estos árboles está abierta durante todo el año, desde que empezó la iniciativa solo se ha realizado la actividad en el florecimiento de los Guayacanes en las tres parroquias de Zapotillo.
Los padrinos o madrinas pueden ser nacionales o extranjeros. Durante el último florecimiento, la pareja de Miguel Rivera y Lourdes Picoita optaron por aportar a la conservación de un árbol. Estos quiteños, que visitaron Mangahurco, entregaron USD 20 al proyecto.
Este es un monto que se repite en los apadrinamientos. Según el MAE, se están haciendo esfuerzos para dar a conocer esta iniciativa. Uno de estos es incluir un link dentro del diseño de una página web de la Reserva Ecológica Municipal Los Guayacanes para que las personas interesadas puedan hacer una preinscripción y avisar la fecha que van a visitar el área. De esta forma se puede coordinar el apadrinamiento de los árboles a través de la Internet.
En el Área de Reserva Ecológica Municipal Los Guayacanes se registran dos especies de guayacán que pueden ser protegidos por este mecanismo. El primero es el guayacán común (Handroanthus chrysanthus) y el segundo es el Guayacán madero o negro (Handroanthus billbergi).
El florecimiento dentro de la reserva ocurre cuando se registran precipitaciones que oscilan de 45 a 60 mm. Esto hace que los árboles de guayacán florezcan después de ocho días de haber registrado las primeras lluvias. Las flores se mantienen en la copa de los árboles de ocho a un máximo de 15 días. En el cantón Zapotillo se puede observar el fenómeno natural en alrededor de 40 000 hectáreas.
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