Imagen referencial. La temperatura media mundial en los diez primeros meses de este año superó aproximadamente en un 1 grado centígrado la de la era preindustrial. Foto: Pixabay.
La financiación del mundo desarrollado para que los países pobres puedan luchar contra el cambio climático se incrementó un 17 % en 2017 para llegar a USD 56 700 millones anunció este jueves (29 de octubre del 2018) la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Eso significa que las aportaciones de los 34 países contribuyentes han subido de forma acumulada un 44% entre 2013 y 2017, con una progresión constante salvo en 2015 cuando hubo un ligero retroceso, precisó en un comunicado la OCDE, que se limita a constatar ese hecho, sin ponerlo en relación con los objetivos internacionales.
En el Acuerdo de París sobre el cambio climático, firmado en diciembre de 2015 -y del que se ha desmarcado Estados Unidos tras la llegada a la presidencia de Donald Trump– se fijaba el objetivo de alcanzar los USD 100 000 millones anuales en el periodo de 2020 y hasta 2025.
Las cifras de 2017 están en línea con las proyecciones que había establecido la OCDE en 2016, que auguraba que siguiendo la misma trayectoria lineal se llegaría a USD 66 800 millones en 2020, excluyendo los créditos a la exportación.
Del dinero contabilizado el pasado año, USD 12 900 millones se dedicaron a medidas de adaptación al cambio climático (un 65% más desde 2013), 38.900 millones a medidas de atenuación (un 38% más) y USD 4 800 millones a “actividades transversales” (un 37% más).
La OCDE no detalló cuál fue la contribución de cada uno de los países porque esa era una condición desde que se empezaron a recopilar los datos.