Viejas disputas frenan las negociaciones de cambio climático en la COP23

Pugnas antiguas entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo están limitando las negociaciones del cambio climático en la COP23. Foto: EFE.

Pugnas antiguas entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo están limitando las negociaciones del cambio climático en la COP23. Foto: EFE.

Pugnas antiguas entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo están limitando las negociaciones del cambio climático en la COP23. Foto: EFE.

Las históricas disputas entre países desarrollados y en desarrollo en las negociaciones climáticas que se habían suavizado con el Acuerdo de París han resurgido en la cumbre del clima de Bonn (COP23), frenando el avance en la redacción de las reglas para el funcionamiento del pacto alcanzado en 2015.

La COP23 está fundamentalmente llamada a avanzar en la redacción de esas reglas, que deben quedar concluidas en un año, pero a menos de cuatro días de su conclusión los negociadores manejan un texto de 179 páginas en el que "no se concreta nada", reconocieron fuentes de la negociación.

La clave de esas reglas es el único punto legalmente vinculante del Acuerdo de París: el mecanismo de revisión de los compromisos nacionales de reducción de emisiones (NDC, por sus siglas en inglés) que los países deben presentar cada cinco años.

El pacto dice que ese mecanismo debe regirse por el principio de transparencia y ser único y uniforme para todos los países, desarrollados y en desarrollo, si bien a estos últimos se les da la posibilidad de incorporarse al mismo tan pronto como tengan capacidad de hacerlo (en la medida en que vayan contando con inventarios de emisiones, por ejemplo).

Pero China -un país reticente a que el resto conozcan sus datos de emisiones- abandera a más de un centenar de países en desarrollo que se oponen a que se evalúen los esfuerzos de mitigación de los países ricos y pobres de la misma manera.

Por ello, han vuelto a sacar a relucir un tema conocido en el argot de las negociaciones como "la diferenciación" -entre un grupo y otro de países-.

El argumento para oponerse a avanzar en el mecanismo de transparencia la primera semana fue que la presidencia de la COP23, que ejerce el estado insular de Fiyi, hubiera "cedido" a las presiones de Estados Unidos, la UE o Canadá de sacar de la agenda "la acción pre 2020", es decir lo que están haciendo los países ricos en materia de financiación y transferencia tecnológica para apoyar a los en desarrollo.

"Estamos convenciéndoles de que es un tema que aparece repartido en los diferentes programas de trabajo que se están viendo en la negociación de reglas del Acuerdo de París", dijola jefa de cambio climático de la ONU, Patricia Espinosa.

El comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, indicó que "no es que la UE no quiera tratar este asunto, sino que quiere centrarse en las reglas para poner en práctica el Acuerdo de París".

"Queremos progreso en la reglas del acuerdo, especialmente en transparencia, un punto que llena en estos momentos 45 páginas y que es inmanejable", dijo contundente.

El comisario agregó que en términos de acción pre 2020 "no puede reprochársele nada a la UE, que en mitigación tiene comprometida una reducción de emisiones del 20 % para 2020 y va camino de alcanzar un 26 % y que hasta 2016 aportó 20 200 millones de euros en financiación climática a los países en desarrollo".

"Estamos preparados para seguir apoyando a los países en desarrollo en mejorar sus capacidades y tecnología para cumplir el Acuerdo de París, pero no podemos volver al tema de la diferenciación basado en un anexo de la convención de 1992", subrayó el comisario, quien, no obstante, insistió en que en la bilaterales que mantendrá en los próximos días ejercerá "mucho la conciliación".

Por su parte, la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (Iddri), Teresa Ribera, opinó que pueden "ser pacientes en la negociación de los detalles técnicos".

"Pero esto en ningún caso pueden ser excusa para que los países retrasen la adopción de medidas nacionales para cumplir con el Acuerdo de París", agregó.

Todo apunta a que gobernantes, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, o el presidente francés, Emmanuel Macron, y los más de cien ministros que llegan mañana (15 de noviembre de 2017) a Bonn, tendrán una amplia labor diplomática por delante para que los textos para poner en marcha París no queden enteramente pendientes para la próxima cumbre del clima.

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, de camino a Bonn, avanzó en su cuenta de Twitter el mensaje que trasmitirá mañana a los líderes: "necesitamos más ambición para combatir el cambio climático".

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