Imagen de archivo Dorvalino Conceicao Camargo, de 56 años y quien trabaja en un rancho, intentando apagar un incendio con una rama en Pantanal. Foto: Reuters
Los incendios forestales registraron un fuerte aumento en septiembre en la Amazonía y el Pantanal, acentuando la presión sobre el presidente Jair Bolsonaro, que ve en los llamados a modificar su política ambiental una “campaña” internacional contra Brasil.
En la selva amazónica, los satélites del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) detectaron en septiembre 32.017 focos de incendios, un incremento de 61% respecto a los 19.925 de septiembre de 2019, según datos oficiales divulgados este jueves.
En los primeros nueve meses del año, hubo 76 030 focos, un 14% más que en el mismo periodo del año pasado.
La mayor parte de los incendios en la región amazónica se deben a la quema de zonas desforestadas ilegalmente en meses anteriores. Ni siquiera la prohibición de quemadas durante 120 días, anunciada en julio por el gobierno, refrenó su intensidad.
Más al sur, en el Pantanal, el mayor humedal tropical del planeta, el INPE detectó el mes pasado 8 106 focos de incendio, un récord mensual desde el inicio de esas observaciones en 1998, con un incremento de 180% respecto a septiembre de 2019.
En los primeros nueve meses del año, los incendios en el Pantanal brasileño totalizan 18 259 y ya superaron el récord de cualquier año en su totalidad.
Las llamas devoraron en 2020 un 23% de la parte brasileña de este bioma, que se extiende a Paraguay y Bolivia, según datos del Laboratorio de Aplicaciones de Satélites Ambientales de la Universidad federal de Rio de Janeiro (Lasa-UFRJ) .
En este santuario de la biodiversidad, numerosos paisajes han sido reducido a cenizas y se ve a menudo cadáveres de caimanes u otros animales carbonizados.
Gráfico engañoso
“Brasil está en llamas. De la Amazonía al Pantanal, el patrimonio ambiental de los brasileños se está convirtiendo en cenizas”, denunció Cristiane Mazzetti, de Greenpeace Brasil.
La gravedad de la situación es ante todo un reflejo de la política ambiental del gobierno Bolsonaro que, a pesar de la previsión de una temporada más seca en el Pantanal, no puso empeño en prevenir los incendios, agregó.
El gobierno brasileño, que niega el cambio climático y preconiza la apertura de zonas protegidas a actividades mineras y agropecuarias, difundió el pasado fin de semana en redes sociales un gráfico que pretendía demostrar una disminución de los incendios forestales en 2020.
Pero las cifras se referían a los incendios de los primeros ocho meses de 2020 comparados a los de los 12 meses de años precedentes.
El avance de la deforestación, una de las principales causas de los incendios en la mayor selva tropical del planeta, lleva a varios países europeos, entre ellos Francia, a oponerse a la ratificación del acuerdo comercial firmado el año pasado entre la Unión Europea y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay).