En las inmediaciones de la Universidad Andina Simón Bolívar, estudiantes y docentes fueron convocados para protestar en contra de las enmiendas constitucionales. Foto: EL COMERCIO
Con escobas, banderas y la consigna de barrer la corrupción se alista una movilización de la Universidad Andina, en Quito. Se sumará a las protestas convocadas para este 3 de diciembre del 2015 en contra de las enmiendas a la Constitución que se debaten en la Asamblea Nacional.
A las 8:30 llegaron los primeros participantes. Fue una iniciativa de las autoridades de la Universidad Andina. Enrique Ayala Mora, rector de la institución, envió ayer una comunicación a docentes, estudiantes y servidores de la Universidad que “voluntariamente” quieran apoyar.
La acción también busca la ratificación de César Montaño como nuevo rector. Él fue observado por el Parlamento Andino en días pasados por supuestamente no cumplir con todos los requisitos que exige la legislación ecuatoriana. Y promovió la candidatura de Raúl Vallejo, cercano al Gobierno del presidente Rafael Correa.
A las 09:00 se vio unas 100 personas en los alrededores del edificio Mariscal Sucre, que era el sitio de concentración. La enmienda que modificaría la función de las Fuerzas Armadas es una de las principales preocupaciones de la comunidad educativa, según Ángel Castro, parte del personal administrativo de la institución. Se espera que la marcha parta hacia la Asamblea Nacional alrededor de las 09:30.
Aproximadamente a las 10:00, la marcha universitaria llegó al sector de El Arbolito. No pudieron avanzar hasta la Asamblea porque se colocó un fuerte cerco policial. En el sitio se juntaron otros grupos que apoyan al Gobierno y hubo forcejeos.
A la altura de la avenida 6 de Diciembre y la calle Tarqui utilizaron las banderas de un lado y otro para agredirse. La Policía, que estaba a pocos pasos, tuvo que intervenir para evitar que pase a mayores.
Al final, uno de los grupos fue llevado por la Policía detrás del cordón de seguridad que resguarda las calles que rodean la Asamblea. Mientras que los manifestantes que no respaldan las enmiendas se quedaron del otro lado, quejándose por no poder acercarse al Palacio Legislativo.