Ensaladas. Además de los vegetales, se puede añadir granos, pollo o cerdo, con vinagretas naturales. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO; recetas elaboradas por: Herbalife Nutrition
El calor no solo hace que el cuerpo tenga cansancio y fatiga debido a la deshidratación. También provoca la pérdida de apetito a causa de la apatía que se tiene por consumir ciertos alimentos en clima cálido.
Las frutas que poseen abundante agua como la sandía, fresa, melón, durazno, piña o manzana no son la única alternativa para combatir las altas temperaturas. No obstante, también deben ser tomadas en cuenta para preparaciones.
Solo hidratarse no es suficiente. Hay que mantener una alimentación fresca y balanceada. El objetivo de los alimentos que combaten al calor es ayudar al cuerpo a equilibrar los niveles de hidratación e incrementar la sensación de frescura, con el fin de que el cuerpo y la mente funcionen de mejor manera.
Adaptar la dieta diaria a las altas temperaturas es sencillo, dice la asesora de nutrición Daniela Rivera, y hay que aprovechar las cinco comidas diarias para hacerlo.
Algunos de los vegetales que contribuyen con esto son brócoli, zanahoria, espinaca, pepinillo, berro o acelga. “Mientras más verde y más hojas haya en el plato, más agua habrá”, señala la nutricionista.
Otra clave para sentirse ligeros y frescos en los días calurosos es reducir las grasas, las frituras y los carbohidratos.
Ya que no se recomienda consumir sopas calientes, un cebiche es ideal para reemplazarlas, no solo por el agua que contiene sino por la manera de preparación y los ácidos que son parte de la receta.
Cebiche. Debido a su preparación, además de refrescar por sus ingredientes, reemplaza a una sopa.
En cuanto a opciones líquidas, se recomiendan sopas frías, como el gazpacho, que reemplaza sin problema a un almuerzo o cena.
Los ‘wraps’ o tortillas finas pueden utilizarse, por esta época como sustituto del arroz o de las papas. A estos hay que rellenarlos no solo de vegetales; los trocitos de pollo o cerdo cocidos o a la plancha son un buen acompañante.
Otra sugerencia es reducir la carne roja, debido a la pesadez y gran trabajo intestinal que causa al digerirla.
En el caso de consumir ensaladas, además de los vegetales, se debe añadir proteína ya sea animal o vegetal, es decir, unos granos de lenteja, fréjol, garbanzo o soya con el fin de convertirla en un alimento más completo.
Rivera sugiere que, en la preparación, se opte por vinagretas naturales. Pueden ser con frutas ácidas como naranja, durazno o maracuyá.
Frutas. En ensaladas de frutas se debe añadir yogur natural y granola. No se añade azúcar.
Si de postres se trata, no hay que olvidarse añadir mora y frambuesas, frutos que disminuyen la presión arterial y tienen un efecto antiinflamatorio. Además, no recomiendan azúcares en ninguna bebida o preparación.
Como último punto y algo que se debe hacer durante todos los días, no solo en los de calor, es beber abundante agua a lo largo de toda la jornada (como mínimo dos litros).